Uno más en la familia

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Tres familias de acogida de niños saharauis nos relatan su experiencia. En sus mochilas, no hay ropa ni calzado, pero siempre traen regalos para sus "padres de acogida".

Desde hace más de 20 años, cientos de familias riojanas se han sumado al programa de acogida de niños saharauisVacaciones en Paz‘.

El objetivo de este programa es que, durante unas semanas, los pequeños puedan disfrutar en primera persona de las condiciones de vida que ellos carecen pero sí conocen. Porque, en la actualidad, los residentes en los campamentos saharauis, sí tienen acceso (muy limitado) a televisión e, incluso, telefonía móvil e internet.

Así nos lo cuenta, en un español perfecto, Hamza, un niño de 13 años, que, desde hace 5, vive en verano con Gloria y su marido Javier. También nos dice que en su casa del Sáhara hay luz eléctrica gracias a los paneles solares (primer mito desmontado).

Gloria, Javier y Hamza 

Gloria Alonso y Javier Segura acogen a Hamza desde que este tenía 8 años. Verano tras verano, le ha visto crecer hasta convertirse en un adolescente de 13, sonriente y muy cariñoso.

«Para nosotros, Hamza es la gran alegría de todos los veranos. Además, él ya conoce perfectamente la ciudad: va y viene solo, sin problemas. Queda con mis sobrinos, con otros niños…».

Hamza ha podido venir a España este año por cuestiones de salud: necesita revisiones médicas. Pero su caso es una excepción, ya que la edad máxima permitida para que puedan venir es de 12 años. A partir de ahí, los pequeños no tienen más remedio que permanecer confinados en sus campamentos, quieran o no.

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Muchas familias han pretendido que sus niños estuvieran más tiempo para prolongar sus estudios, pero las trabas legales son tantas que resulta casi imposible conseguirlo y la mayoría terminan tirando la toalla.

Este es el caso de Carmen Herce, que, además de acoger durante muchos años a un niño, es también secretaria de la Asociación Riojana de Amigos de la República Árabe Saharaui, encargada de traer a los niños a La Rioja.

Ella lo intentó, pero finalmente tuvo que despedirse de su niño de acogida el verano pasado. Este año ya no le han permitido venir por ser mayor: «No tienen documentación, no les dejan salir. Y nosotros tenemos las manos atadas para ayudarles», lamenta.

Aún así, su experiencia como madre de acogida ha sido tan buena que la recomienda a todo el mundo que pueda permitírsela. Y no descarta volver a repetirla en próximos años.

 

Ana Jesús, José Manuel y Elheiba: su primera vez

Para el matrimonio formado por Ana Jesús Antón y José Manuel Serrano, este verano está siendo muy diferente al resto: hace dos semanas que recibieron a Elheiba, un niño de 10 años que no habla nada de castellano.

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Ya llevaban varios años pensándolo, porque algunos amigos lo habían hecho, pero no ha sido hasta este verano que han decidido lanzarse.

«Hasta ahora, la experiencia está siendo intensa y muy gratificante. Es su primer año aquí y no habla español, así que nos entendemos por gestos, le hablamos muy despacio y así nos comunicamos», nos cuenta.

Nos relata que en la asociación les entregan un manual con vocabulario y frases en árabe para que puedan comunicarse con ellos. También les explican cómo deben recibirlos, pero, finalmente, «es el día a día el que te enseña a tratar a tu niño, porque cada uno es diferente», relata Ana Jesús.

«Elheiba no quiere ni ver la piscina y se asusta mucho con los coches en los pasos de cebra. Sin embargo, le encanta montar en bicicleta. Mis sobrinos se la dejan y no se baja de ella en toda la tarde».

Elheiba

Requisitos para la acogida 

Carmen Herce, secretaria de la Asociación Riojana de Amigos de la República Árabe Saharaui, nos explica que no se exige ningún requisito para acoger. Solo se les pide que pasen tiempo con él, que tengan paciencia y que intenten empatizar al máximo.

A pesar de esto, cada vez son menos las familias interesadas en acoger. La crisis es, probablemente, el motivo principal de esta drástica bajada de solicitudes.

«De 80 niños que solían venir a La Rioja hace años, hemos pasado a 38. En toda España, la cifra se ha reducido a la mitad: de unas diez o doce mil familias de acogida, se ha pasado a 5.000«, explica la secretaria de esta Asociación.

Encuentro-saharauis-San-Vicente

¿Cuánto cuesta ser familia de acogida?

En La Rioja, el viaje está subvencionado, por tanto las familias no tienen que pagarlo.

Los niños siempre vienen con regalos para su familia de acogida, pero casi ninguno trae nada más en la mochila: ni ropa, ni calzado. Ese es, precisamente, uno de los primeros gastos que hay que hacer: comprar ropa.

Después, según nos relata Gloria, cada familia de acogida gasta lo que quiere. Además de la manutención del niño, algunas familias gastan un montón de dinero en ropa y regalos (juguetes, móviles, aparatos de música…) para los niños y sus familias. Otras también les suelen dar algo de dinero… Todo depende de cada uno.

 

Mito o realidad

1. «Los niños alucinan cuando abren el grifo y sale agua»: Mito. Eso ocurría hace 20 años, ahora no. No tienen agua corriente, pero saben lo que es un grifo.

2. «Los niños saben castellano perfecto»: Mito. Los niños hablan un dialecto del árabe. Solo hablan castellano quienes ahora superan los 70 años.

3. «No saben qué es Internet, nunca han visto un móvil»: Mito. De hecho, tienen acceso a Internet en determinados puntos de los campamentos, aunque muy limitado y con muchos cortes. 

4. «Viven en condiciones muy duras»: Realidad. Pero esas condiciones son duras para nosotros, no para quienes han nacido allí.

5. «Nunca van al médico»: Realidad. De hecho, cuando vienen aquí de manera obligatoria deben pasar consulta con el pediatra, el dentista y el óptico.

6. «Están desnutridos»: Realidad. En muchas ocasiones, los niños llegan a España con signos evidentes de desnutrición.

7. «No van a la escuela»: Mito. Los niños están escolarizados y van a la escuela.

Sahara-escuela

Teléfono de contacto con la Asociación: 628 545 330

 Imágenes cedidas por las familias entrevistadas. 

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