Esta manualidad es tan fácil, rápida y el resultado es tan bonito que la tenéis que hacer.
Si vuestros niños son pequeñitos, les encantará jugar con ella y si son más mayores se lo pasarán bomba haciéndola. Toma nota.
Una botella de plástico vacía, mejor si no tiene ningún color y es un poco abombada.
Lentejuelas, botones, abalorios, un dado, trocitos de espumillón, bolitas… (cuanto más brillante, mejor).
Pegamento
Pues es bien fácil, vacías el contenido de la botella, metes todo lo que se te ocurra dentro de la botella, cuanto más vistoso y colorido, mejor. La vuelves a llenar de agua. Le echas pegamento en el cuello, la cierras bien y, cuando esté bien seco, listo para jugar. Fácil, ¿no?
Imagen: familyfun.go.com