Esta semana, la Consejería de Educación anunciaba la introducción en los colegios riojanos de casi 10.000 tablets y 500 pizarras digitales durante los próximos tres años. Para el Gobierno regional, la transformación digital de los centros educativos es uno de los compromisos incluidos en la Agenda Digital. El objetivo, en palabras del consejero Alberto Galiana: “acelerar el proceso de conversión de las actuales metodologías de enseñanza hacia modelos con mucha mayor presencia tecnológica”.
La introducción de la tecnología en las aulas es un fenómeno imparable. De hecho, en la gran mayoría de centros hace años que se utilizan pizarras digitales y otros dispositivos. Uno de estos es el colegio La Enseñanza de Logroño; aquí utilizan estas pizarras interactivas desde hace nueve años y las tablets desde hace tres. Félix Ruiz Muñoz, su director, defiende el uso educativo de la tecnología siempre «con criterio, y en su justa medida».
«Consideramos la tecnología como una herramienta para mejorar los procesos de aprendizaje. Y, lo que es casi más importante, también enseñamos a los niños cómo utilizarla correctamente y a evitar los riegos de un mal uso», aclara Félix Ruiz.
[quote color=»#000000″ arrow=»yes» align=»center»]»Las pantallas y tablets deben convivir en las aulas con tizas, pinturas y cuadernos».[/quote]
Por ello, en este colegio en el que estudian más de un millar de niños desde Infantil hasta Secundaria conviven «y convivirán» pizarras digitales, proyectores y tablets con tizas, pinturas y cuadernos. Desde primer curso de Infantil, los más pequeños tienen su primer contacto con las tablets, «aunque es básicamente para aprender a manejarlas»; ya en los cursos posteriores comienzan a utilizar otras aplicaciones, como Kahoot (herramienta por la que el profesor crea concursos en el aula y los alumnos son los concursantes); o toontastic para crear historias animadas.
Dinamismo y diversión vs. adicción
Sin embargo, no todos los agentes que trabajan en educación están a favor de su utilización o, al menos, no de forma generalizada.
Como explica la neuropsicóloga Natalia Martín de la Huerga, el uso de la tecnología en la educación presenta una gran polémica en nuestra sociedad, puesto que hay una gran controversia entre si ayuda o entorpece el proceso de aprendizaje.
«La principal ventaja que aporta, y que no podemos negar, es el dinamismo y la diversión porque el aprendizaje es más interactivo y dinámico a través de las pantallas. Sin embargo, otros tantos estudios apuntan a la adicción y la falta de estimulación cerebral al sustituir la escritura a mano por el teclado», indica de la Huerga.
En este sentido, Natalia Martín explica un episodio esclarecedor: «Hace unas semanas he visitado en Silicon Valley (California) un colegio con pedagogía Waldorf al que acuden los hijos de los trabajadores de estas empresas tecnológicas. Ellos me transmitieron que prefieren alejar a sus hijos de las tecnologías, ya que conocen la carga negativa que suponen y que la sociedad ya se encargará de ponerlas a su disponibilidad».
[quote color=»#000000″ arrow=»yes» align=»center»]Muchos trabajadores de empresas tecnológicas optan por mantener a sus hijos alejados de las pantallas.[/quote]
Coincidiendo con el testimonio de esta neuropsicóloga, se han escrito multitud de entrevistas y artículos sobre por qué los trabajadores de las grandes empresas tecnológicas optan por restringir o, incluso, eliminar la tecnología del día a día de sus hijos y qué tipo de colegios escogen para ellos (leer artículo publicado en el blog de tecnología Xataka).
Pantallas, nunca antes de los 6
Algunos profesionales de la educación son mucho más tajantes a la hora de rechazar el uso de pantallas. En este sentido, Elena Moreta, directora de la escuela activa Cuarto Creciente, de Logroño, y Guía Montessori de niños de 3 a 6 años, considera que debemos mantenerles alejados de pantallas y pizarras digitales hasta, como mínimo, los 6 años de edad, y apunta a las decenas de estudios de la Neurociencia que lo avalan.
«El problema es que en las pantallas todo va mucho más rápido: colorear una flor o recortar un círculo se consigue pulsando un botón. La vida real es mucho más lenta. Un niño acostumbrado desde pequeño a este ritmo frenético de imágenes y colores se aburrirá infinitamente en clase, perderá interés y todo esto puede derivar con mucha seguridad en problemas más graves como déficit de atención o adicción».
[quote color=»#000000″ arrow=»yes» align=»center»]La vida real es mucho más lenta que en las pantallas, lo que les genera aburrimiento y falta de interés.[/quote]
«A partir de los 9-12 años, nunca antes, el uso del ordenador como fuente de información, siempre acompañados por el profesor y/o el padre, es muy positivo y valioso. Y que ningún padre tenga miedo a que su hijo esté ‘menos preparado’ porque no maneje una tablet desde pequeño. Al contrario, un niño debe utilizar la tecnología cuando su cerebro esté preparado, y con cuatro, cinco o seis años no lo está».
«La tecnología es una gran herramienta pero debemos tener cuidado con ella -finaliza Martín de la Huerga- tal y como afirmó Bill Gates haciendo un uso adecuado, de modo positivo, sin abusar y teniendo en cuenta la etapa de desarrollo del niño y el propósito que queremos alcanzar. En cualquier caso, Steve Jobs (Apple) se decantaba por la interacción con los hijos de forma directa: lectura, actividades sin tecnología para no matar la creatividad y fomentar las relaciones sociales».
Cada cual, que elija…