Se trata de una demanda con unos cuantos años a su espalda pero, por fin, el anhelo de varias generaciones de ‘skaters’ ya se ha hecho realidad. El skatepark de Logroño ocupa cerca de 3.000 metros cuadrados en Lobete y está orientado para aficionados a los patines, monopatines y bicicletas BMX.
Para su diseño y elección de la ubicación, han contado con el asesoramiento de jóvenes aficionados a estos deportes. El nuevo skatepark se sitúa junto a la rotonda de Tirso de Molina con Lobete, concretamente en la calle Santa Beatriz de Silva, en una parcela colindante a la vía del ferrocarril «para que una alta concentración de personas practicando estos deportes no suponga molestia para nadie”, explicó la alcaldesa de Logroño Cuca Gamarra. Se ha calculado que unas 30 ó 40 personas podrían utilizar la pista al mismo tiempo.
El área ocupa una superficie de 2.747 metros cuadrados; 1.312 de ellos ocupados por el skatepark, 620 de zonas verdes, 405 para aparcamiento (con capacidad para 13 plazas, una de ella para discapacitados) y 410 metros cuadrados para el área de emergencias, con acceso a la trinchera del ferrocarril.
También atendiendo a las preferencias de los usuarios, el proyecto -redactado por el arquitecto Daniel Yabar- reproduce las condiciones de El Espolón, el lugar favorito de los skaters. Así, su imagen es de una plaza urbana con escaleras, desniveles, rampas, bancos, bordillos, pavimentos discontinuos, barandillas…
Las obras que acaban de finalizar ha supuesto una inversión municipal de 190.800 euros (tras una baja del 36,39 por ciento del presupuesto inicial) y han sido ejecutadas por la firma local Riojana de Asfaltos en cuatro meses.
Imagen: www.danielyabar.com
