El aprendizaje de un idioma no solo hay que verlo como una herramienta para aumentar sus posibilidades laborales, sino como la manera de poner a los niños en contacto con otras culturas y formas de entender la vida y la realidad humana.
Por Cuarto Creciente Montessori School:
Como centro internacional, parte de nuestra filosofía radica en fomentar en nuestros alumnos una conciencia intercultural y global del mundo que les rodea, y resulta inevitable enlazar esta idea con la premisa de que aprender otros idiomas además del materno, pone a los niños en contacto con otras culturas y formas de entender la vida y la realidad humana.
Cuarto Creciente Montessori School es un colegio bilingüe privado, autorizado por la Consejería de Educación del Gobierno de La Rioja con código de centro 26008827, y acreditado a su vez como colegio internacional por la New England Association of Schools and Colleges (NEASC, Boston – USA), entidad acreditadora de altos estándares de calidad educativa en colegios a lo largo de 65 países en el mundo. Además, es centro asociado del International Montessori Institute.
La Dra. Maria Montessori publicó en 1949 el concepto de la «Mente Absorbente del niño«, y hablaba asimismo del fenómeno de los periodos sensibles como ventanas que abre el cerebro para aprender cualquier concepto de manera excepcionalmente intensa, y además, sin esfuerzo, en edades tempranas. Uno de estos periodos sensibles es el del lenguaje. La Dra. Montessori comprobó que cualquier niño puede aprender cualquier idioma si convive con él a diario en esta etapa, y por muy complejas que sean sus estructuras gramaticales, el niño lo percibirá y absorberá de manera natural.
[quote color=»#000000″ arrow=»yes» align=»center»] En edades tempranas, cualquier niño puede aprender cualquier idioma si convive con él a diario.[/quote]
Por otro lado, la neurociencia actual ha descubierto que aproximadamente hasta los 8 años de edad, cuando los niños crecen aprendiendo más de un idioma, el cerebro utiliza una única área para almacenar toda esa actividad lingüística, mientras que las personas que aprenden otros idiomas a partir de edades más avanzadas almacenan esa nueva lengua en áreas diferentes de su cerebro, y por este motivo, necesitan aprender el nuevo idioma a través de la traducción previa y constante a su idioma materno, lo cual dificulta considerablemente este aprendizaje.
Alumna de Infantil trabajando con las tabletas térmicas con su profesora nativa de inglés.
Asimismo, otros estudios recientes hablan de un procesamiento distinto de los sonidos por parte de las personas que aprendieron un segundo idioma antes de los 8 años. De esta manera, las personas bilingües desarrollan en su cerebro vías diferentes de procesamiento fonético, una para cada uno de los idiomas que van adquiriendo. Sin embargo, cuando un adulto inicia sus estudios de un segundo idioma, el idioma materno ya ha ocupado toda el área cerebral del lenguaje y sólo ha llegado a desarrollar una vía de procesamiento sonoro, por lo que será esa la que tenga que emplear para procesar el nuevo idioma, lo que provocará que no distinga bien ciertos sonidos, además de no lograr desprenderse del todo de su acento materno.
Se suma a esto el hecho de que los niños pequeños no suelen tener vergüenza a la hora de hablar o practicar un idioma nuevo, lo que facilita mucho su aprendizaje, y adquieren así mayor confianza y seguridad en sí mismos.
No es «solo» aprender un idioma
Los niños que adquieren más de un idioma de manera natural en edades tempranas desarrollan varios aspectos cognitivos de su cerebro, de tal manera que les ayuda con su atención y su memoria, y además logran mayor capacidad de concentración ignorando las interferencias a su alrededor, tienen mayor capacidad y agilidad en la resolución de problemas, pueden realizar más conexiones entre distintos conceptos, y pueden realizar varias tareas al mismo tiempo con eficacia. Esto sucede porque el cerebro bilingüe también entrena capacidades cognitivas no lingüísticas, en concreto en las funciones ejecutivas, que sirven para adaptarse a los cambios en tareas variadas, es decir, emplean áreas cerebrales distintas a los monolingües. Incluso hay estudios que concluyen que aprender más de un idioma ejercita el cerebro de tal modo que previene la aparición de las enfermedades que atacan la memoria cerebral, y alarga la vida del córtex prefrontal.
[quote color=»#000000″ arrow=»yes» align=»center»] El aprendizaje de otro idioma hará que el niño se interese por otras culturas y formas de vida distintas a la suya propia.[/quote]
El aprendizaje de otro idioma además del materno ofrece la oportunidad de conocer la cultura en la que se desarrolla ese idioma, por lo que se favorece que el niño tenga una mente más abierta hacia el mundo y en lo que respecta a sus relaciones con los demás. Esto hará que el niño se interese por otras culturas y formas de vida distintas a la suya propia, y las integre como algo natural. Podrá comunicarse con personas de otras nacionalidades, alimentar su cultura y acceder a un mundo cada vez más globalizado.
Si en Cuarto Creciente queremos dar a nuestros alumnos la llave para que sean felices ahora, y capaces de dedicarse a la profesión que más les guste en el futuro, no podemos pasar por alto la importancia de que vayan adquiriendo un segundo idioma como el inglés de manera natural.
Por este motivo, en nuestro centro nos tomamos muy en serio la verdadera inmersión lingüística en el segundo idioma que ha de producirse en la enseñanza, bajo la premisa que solo la pedagogía Montessori puede ofrecer debido a la propia naturaleza de su método, basado en la atención personalizada de cada alumno por parte de sus profesoras, gracias a las ratios bajas y la presencia constante de dos profesoras en cada aula. Así una de ellas hablará con cada niño siempre en castellano, y la otra, que siempre será nativa de habla inglesa, en inglés.
Alumna de Primaria trabajando el análisis gramatical con su profesora nativa de inglés.
De este modo se produce el auténtico bilingüismo que garantiza la adquisición de todas las facultades anteriormente descritas, ese bilingüismo en la enseñanza que debe ser trasversal y estar presente en todos los momentos del día a día, porque se ha de convivir en ese segundo idioma, y no solo ofrecerlo como lengua vehicular en una parte de las asignaturas del currículo.
Cuando unas asignaturas se imparten solo en un idioma, y otras solo en otro, ninguna de ellas quedará integrada de manera bilingüe. Lo que sucede realmente es que el vocabulario de unas se aprenderá solo en castellano, y el vocabulario de otras solo en inglés (o francés), llegando a ignorar, por ejemplo, cómo se diría la palabra “mitocondria” en castellano, o no llegando a entender verdaderamente y en su complejidad la clase de historia sobre los antiguos romanos.
Cuando somos bilingües, es porque todo se trabaja y se integran conocimientos en dos idiomas a la vez, esa es la definición de bilingüismo.