A la vuelta de las vacaciones de Navidad, al alumnado de 5º de Primaria del colegio Jesuitas les esperaba una sorpresa: aulas nuevas y con paredes de cristal, transparentes, para ver al resto de clases, dotadas con las últimas tecnologías y mucha luz solar.
Lo explican los alumnos y alumnas que las disfrutan desde entonces.
Por Jesuitas Rioja.
La nueva propuesta educativa ha dado lugar a nuevas formas de organización de los espacios educativos, espacios donde los niños puedan inspirarse y emocionarse. La apertura de espacios, su flexibilidad y polivalencia crean nuevos ambientes que dan lugar a diferentes formas de interacción que favorecen el trabajo cooperativo y potencian el aprendizaje.
Estas nuevas aulas permiten realizar proyectos interdisciplinares, motivadores y atractivos que dan sentido a los aprendizajes.
Y además, las nuevas tecnologías encajan en estos nuevos espacios como una herramienta de aprendizaje cercana al mundo del alumno y presente en todas las disciplinas.
Un regalo de Navidad (por los alumnos de 5º de Educación Primaria)
A la vuelta de las vacaciones de Navidad, en nuestro colegio de Jesuitas, nos tenían preparada una sorpresa ¡aulas nuevas! Nos quedamos con la boca abierta cuando las vimos por su apariencia futurista. Cuando entramos en ellas por primera vez, sentimos muchísima emoción y alegría.
Las clases nuevas son muy grandes y espaciosas, por lo que tenemos más espacio para guardar la distancia de seguridad. Tienen las paredes blancas y de cristal y podemos ver a los compañeros de las otras clases. Las puertas y las paredes son transparentes y tienen pegatinas.
Hay muchas ventanas por las que entra mucha luz y tenemos unas vistas impresionantes: podemos ver el patio, la ciudad, la montaña…
En la clase tenemos mesas blancas con ruedas, sillas verdes, armarios y estanterías para poder dejar nuestros libros y materiales. Todo es muy bonito y moderno, pero lo que más nos sorprendió fue la televisión, sí ¡tenemos una tele gigante en clase!
Y en vez de una pizarra tenemos una pantalla táctil, con bolígrafo propio y en la que se pueden hacer un montón de cosas para aprender. Hasta la profe de Educación Física nos puede enseñar las estrategias y reglas para después jugar.
Otra cosa curiosa, es que tenemos lavabos en cada una de las clases para poder utilizarlos siempre que los necesitemos sin necesidad de ir a los baños.
También compartimos una sala que se llama pecera (porque parece una pecera gigante de verdad), que se encuentra entre clase y clase para hacer actividades. La pecera es grande, tiene una pizarra con ruedas en la que podemos escribir y butacas de colores con una gran mesa para poder trabajar. El espacio está muy aprovechado, no hay pasillos, podemos pasar de una clase a la otra directamente.
Nuestras clases son maravillosas… Solo tienen un defecto, que están en el cuarto piso y tenemos que subir muchas escaleras. Pero sin duda, el esfuerzo merece la pena porque el espacio que tenemos para trabajar y hacer actividades es genial.
Nos hemos sentido como unos privilegiados al saber que estas eran nuestras aulas.
¡Nos encantan las clases nuevas!
