Se estima que uno de cada diez niños presenta problemas en su desarrollo. En la mayoría de ocasiones, se trata de necesidades de estimulación que se solventan con una correcta atención temprana. Los retrasos en el lenguaje son los que, con mayor frecuencia, llevan a los padres a consultar con un especialista; pero hay otros que pasan más desapercibidos y que también requieren nuestra atención.
¿Se relaciona bien con sus iguales? ¿pasa de un juego a otro de forma precipitada?, ¿es capaz de hacer garabatos?, ¿se tropieza mucho?, ¿mira a los ojos cuando habla?… La manera en que un niño o niña juega, aprende, habla, actúa y se mueve ofrece información importante sobre si su desarrollo es o no el correcto.
«Existen ciertos hitos del desarrollo que un niño debería alcanzar en cada edad. Por poner un ejemplo, por norma general, un niño de 2 años debería usar frases de dos palabras, imitar acciones y palabras, caminar con estabilidad o seguir instrucciones sencillas. «Los padres debemos observar con atención la manera de jugar, hablar o socializar de nuestros hijos»; debemos conocer estos indicadores y, en caso de duda, reaccionar pronto y consultar con su pediatra», indica Sara Moscardó, directora de la Clínica de Desarrollo Infantil Ilargia.
Esta pedagoga, especialista en psicología y desarrollo perinatal e infantil y experta en TEA (trastornos de espectro autista) y otros trastornos del neurodesarrollo, explica que con frecuencia, hasta que los niños no llegan a Primaria, muchos problemas pasan desapercibidos. «Hasta que no comienzan a suspender, no se diagnostican trastornos como el frecuente TDAH, que se podían haber trabajado mucho antes».
Por ello, nos invita a consultar estos documentos elaborados por CDC, Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, del Departamento de Salud de EE.UU, con los que podemos detectar posibles anomalías en el desarrollo de niños desde 6 meses a 5 años, así como actividades adecuadas para estimular su desarrollo en cada etapa.
Especialistas en TEA y alteraciones del neurodesarrollo
Tras haber trabajado en varios servicios de atención temprana en Valencia y Álava, y en la asociación ARPA Rioja Autismo, hace unos meses Moscardó decidió abrir su propia clínica «para mejorar la calidad de vida de los niños con TEA y otras alteraciones del neurodesarrollo».
«En Ilargia apostamos por un concepto de terapia diferente al tradicional, lo que llamamos el ‘Modelo de intervención centrado en la familia’. Es decir, es la terapeuta quien se traslada al domicilio para capacitar a las familias en su propio hogar y para ajustar el trabajo a la medida de sus necesidades reales y de sus características… Los resultados a largo plazo son mucho mayores que con las terapias tradicionales.
Explica que, tras varios años trabajando siguiendo el modelo tradicional, en la mayoría de ocasiones «no es lo que los niños necesitan, y mucho menos lo que demandan sus familias».
«Después de las terapias, los niños vuelven a casa con sus padres y allí es donde surgen las necesidades reales, que muchas veces ni siquiera tienen que ver con los objetivos que estamos trabajando en la terapia», señala esta experta.
Etapa preescolar
Una «tercera pata» de este centro serán los grupos de familias con bebés 0-3 años. Próximamente, Ilargia abrirá grupos para preescolares, con el fin de estimular su desarrollo y preparar su incorporación al colegio.
El objetivo también será crear un grupo de madres y padres que puedan compartir dudas sobre crianza, educación y todo lo concerniente a cada etapa vital de sus hijos, cuenta.
Si tienes dudas, puedes contactar con Ilargia Desarrollo Infantil en c/Duques de Nájera, 12. Bajo 3, de Logroño. Por email: info@ilargia.es o teléfono: 634 812 255.
