Se cumplen 125 años desde que los Hermanos Maristas abrieran su primer colegio en La Rioja, una modesta casa en la calle La Villanueva (hoy Rodríguez Paterna), con tan solo doce alumnos que llegarían a 130 al final del curso. En este tiempo, el colegio San José ha educado a miles de alumnos y alumnas riojanos que, ahora, podrán rememorar sus recuerdos de infancia en la exposición ‘Maristas, 125 años de historia en La Rioja’.
Diferentes materiales componen esta muestra que recorre la historia del Colegio desde su primera ubicación en la calle Rodríguez Paterna, después en la calle Mercado y en Calvo Sotelo, hasta su localización actual en Cascajos. También se han recopilado materiales del colegio Valvanera y Maristas de Lardero.
Desde antiguo mobiliario hasta curiosos objetos didácticos, libros, banderas, medallas de alumnos en el ámbito deportivo, hasta los diferentes ejemplares de las revistas ‘Amistad’, publicación del colegio que eran editadas por antiguos alumnos del colegio desde 1929 hasta 1968.
La muestra permanecerá instalada en la sala de exposiciones del Ayuntamiento de Logroño hasta el 16 de junio. La exposición puede visitarse de martes a viernes, de 17:30 a 20:30 horas, y sábados, domingos y festivos de 12:00 a 14:00 horas y de 17:30 a 20:30 horas.
Durante su inauguración, que tuvo lugar el pasado viernes, el alcalde de Logroño Conrado Escobar subrayó que esta exposición “es una oportunidad única de conocer a fondo la trayectoria de un colegio arraigado en nuestra ciudad y que forma parte de la vida, los recuerdos y la infancia y juventud de muchos logroñeses”.
Escobar ha felicitado al comisario de la exposición, Luis Laborda, “por haber ido recopilando durante años, custodiando con tanto mimo y preparando, posteriormente, los materiales que forman parte de esta muestra para que todos los logroñeses que lo deseen ya sean exalumnos o no, puedan disfrutar de la presencia y la historia de este centro escolar en Logroño”.
En opinión del alcalde, “a través de las fotos, de las personas que salen reflejadas en ellas, de los diferentes objetos expuestos, recorremos la línea del tiempo y el sello de un colegio acuñado en varias generaciones de Logroño”.
