Se acercan los carnavales y toca volver a ‘estrujarse’ los sesos y el bolsillo para encontrar el disfraz ideal para nuestros peques. Siempre podemos recurrir a los disfraces «de tienda» (que no tenemos nada en contra, que conste), pero también podemos intentar hacerlos en casa y pasarlo genial en el proceso.
Aquí van diez propuestas en las que no te gastarás ni 10 euros. ¿Te animas?
Disfraz casero de pulpo
Solo necesitarás cuatro pares de medias de color morado o calcetines largos comprados en una tienda de ‘Todo a 100’ y papel de periódico para rellenar cada media. Una vez rellenada cada media, cóselas (o incluso puedes sujertarlas con imperdibles) encima del pantalón o de unos leggins. La cabeza puedes hacerla con fieltro de color rosa o con goma eva. Los ojos, pueden ser de cartulina, pintados, de fieltro… También puedes pintarle la carita al niño/a. Imagen.
Disfraz casero de forzudo
Podemos adaptar el disfraz de la foto a las necesidades del invierno. Le vestiremos con unos leotardos o leggins negros y por arriba un jersey. Si conseguís un jersey de color carne y cuello alto, se lo podéis rellenar con el relleno de los edredones (se vende en tiendas de telas) y luego pintarle con un rotulador marrón para asemejar los músculos. Un palo de escoba con dos globos negros a cada lado, o con dos bolas fabricadas con papel de periódico y fijadas con cinta aislante negra harán el resto. ¡No os olvidéis del bigote! Imagen.
Disfraz casero de ladrones
Un clásico que nunca pasa de moda. Solo necesitaremos unas boinas o unas medias en la cabeza para los mayores. Y pintura negra para pintar un antifaz en la carita del niño. Una camiseta negra ajustada y unos leggins negros, o leotardos para el peque, y el resultado es un caco bien resultón. Para completar el conjunto de ladrones en familia hazte con un saco y dibújalo el símbolo del dólar. Si le pegas unos billetes falsos en el borde, genial. Imagen
Disfraz casero gimnasta de los 80
Este disfraz es muy, muy chulo para las más pequeñitas. Además de resultar super gracioso, es bien fácil de hacer. Solo necesitarás un body rosa, unos leotardos llamativos y otros leotardos viejitos que no te importe cortar a modo de calentadores. Una cinta en la cabeza le dará el punto final. Y si ya consigues un radio casette como el de la imagen, bien de juguete, bien de peluche, seguro que tu peque arrasa. Imagen.
Disfraz casero de Bob Esponja
Nos guste o no nos guste, Bob Esponja es uno de los personajes favoritos de nuestros peques. Y seguro que más de uno ya se ha pedido este disfraz para Carnaval. Puedes hacer un Bob Esponja casero utilizando tan solo una caja grande de cartón y pintura. Cortamos la parte delantera y posterior de la caja: en la delantera dibujaremos la cara de Bob y en la trasera la espalda. Uniremos las dos partes con unas cintas, cuerdas, o cualquier otro material que tengamos en casa y ya tenemos disfraz. Imagen
Disfraz casero de momia
Otro clásico y fácil que nunca pasa de moda. Es tan fácil como vestir al niño de blanco y, encima, añadirle metros y metros de papel higiénico y vendas. Píntale también la carita de color blanco y ojeras negras para que el resultado sea más terrorífico. Imagen
Disfraz casero de muñecos Lego
Para la cabeza, lo ideal sería hacerse con una botella de agua grande (tipo de las que se ponen en las máquinas de las oficinas). Si no tienes, también puedes utilizar una papelera de plástico, un cubo de agua o, en el peor de los casos una lámina de goma eva de color amarilla. Para el cuerpo, bastará con utilizar cajas de cartón y cortarlas en la forma de la imagen. Para las manos, si no os queréis complicar demasiado, podéis comprar un par de guantes amarillos (si no encontráis pueden valer los de fregar)… Imagen
Disfraz casero Dalai Lama
Un disfraz ideal para los bebecitos que aún no tienen pelo, y para los papás más atrevidos. El disfraz no tiene mucha explicación: unas telas de los colores adecuados, un collar y unas gafitas (por supuesto sin cristales). ¿Te atreves? Seguro que tu peque es el más divertido de la fiesta. Imagen
Disfraz casero de racimos de uvas
Más fácil, imposible. Compra un montón de globos de color morado, verde, alguno amarillo… cose el nudo de cada globo a la ropa que lleve el niño y ya tienes un racimito de uvas. Puedes completar el conjunto poniéndole un gorro coronado de un rabito (puedes hacerlo con cartulina, por ejemplo) y pintándole la cara. Imagen.
Otra versión de un disfraz hecho con globos es el de bañista. Un montón de globos blancos, un gorrito de baño y una bañera fabricada con una caja de cartón.
Eso sí, si optáis por estos disfraces, recordad meteros unos cuantos globos de repuesto en el bolsillo y un celo por si tenéis que ir haciendo algún apaño por el camino. Imagen