Estamos a solo unos días de entrar en el denominado «Horario de invierno». La madrugada del sábado 27 al domingo 28 de octubre, cuando nuestros relojes marquen las 3 de la mañana, tendremos que retrasarlos hasta las 2 h., es decir, a las 3 de la madrugada serán las 2.
Hasta ahí, muy bien, porque ese día dormiremos una hora más, pero ¿cómo nos afecta este cambio de hora? Según un artículo publicado en la revista FAROS, del Hospital Sant Joan de Deu, bebés y niños son los más afectados por el cambio de hora.
En los niños, el cambio de hora provoca, principalmente, trastornos del sueño. De hecho, según el grupo especializado en sueño de la Asociación Española de Pediatría (AEP), los niños son el colectivo que más nota los efectos. Su reloj biológico puede tardar varios días, e incluso una semana, a adaptarse al nuevo horario.
[quote color=»#000000″ arrow=»yes» align=»right»]Los niños pueden tardar varios días o incluso una semana en adaptarse al nuevo horario.[/quote]
«Es normal que los niños presenten cambios en el patrón del sueño los primeros días, mal humor, irritabilidad y que estén más apáticos y ansiosos», explican en la web de FAROS. En el caso de los bebés, es posible que haya cambios en el apetito, debido al cambio en las rutinas normales.
Trastornos más comunes en bebés y niños por el cambio de hora
- Trastornos del sueño
- Mal humor
- Irritabilidad
- Apatía
- Enfados
- Cansancio
- Cambios en el apetito, sobre todo en bebés
Recomendaciones
Para reducir el impacto del cambio de hora, la Asociación Española de Pediatría recomienda “preparar a los niños unos días antes realizando una adaptación lenta y progresiva al nuevo horario». Así, se aconseja retrasar unos 15 minutos el horario de todas nuestras rutinas: comer, dormir, levantarse… para que el cambio resulte menos brusco.
Fuentes: faros.hsjdbcn.org y www.aeped.es
