Ya sabemos sus nombres. Ella es Andrea Morán, iniciará en el próximo curso los estudios de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería en Asturias, de donde procede toda su familia. Él, Abel Alonso, estudiante de segundo curso de Lengua y Literatura hispánica aquí, en La Rioja. Ella tiene 19 años y él 18.
Andrea y Abel son la pareja vendimiadora (elegida por un amplio consenso) de estas fiestas de San Mateo que, aunque marcadas por las restricciones de aforo y otras limitaciones, seguirán adelante, según manifestaba esta misma semana el concejal de Festejos Kilian Cruz-Dunne durante la presentación del cartel anunciador.
«La verdad que no lo tenía claro, pero fue mi madre quien me animó», manifestaba Andrea durante su primera rueda de prensa. Algo similar a lo que contaba Abel, quien mostraba su satisfacción por ser elegido con Andrea como pareja.
«Simbolizáis la vuelta a la normalidad. Sois un símbolo y una esperanza para la ciudad». Con estas palabras se ha dirigido el Alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza a los nuevos vendimiadores.
Su juventud ha sido, precisamente, uno de los detonantes para su elección. «Empezamos una nueva era postpandémica», añadía el concejal de Festejos, Kilian Cruz-Dunne, y «queremos transmitir la idea de que hay un futuro con alegría y esperanza».
Noelia Heras y Cristian Ortega, la pareja de vendimiadores proclamada en 2019, les han arropado en estos momento tan emotivos.
Menos aspirantes
Once personas, siete mujeres y cuatro hombres de entre 18 y 60 años, aspiraban al papel de vendimiador y vendimiadora de las fiestas mateas, una cifra notablemente inferior al de ediciones anteriores (en 2019 se presentaron 19 y el año anterior fueron un total de 20.
Las personas candidatas han superado una serie de pruebas (escritas y entrevistas personales) que han decidido finalmente la pareja representante de la ciudad durante las fiestas. Durante el proceso de selección, el jurado ha tenido en cuenta, fundamentalmente, su personalidad e interés humano.
El jurado ha estado formado por el concejal de Festejos del Ayuntamiento de Logroño, Kilian Cruz-Dunne; la concejala del Cs, María Luis Bermejo; la vendimiadora 2019, Noelia Heras; el vendimiador 2019, Cristian Ortega; un representante de la Federación de Peñas, Diego Vicente; un representante de las Casas Regionales, Pilar Pérez; un representante de las Federación de Asociaciones Vecinales de Logroño, Paco Herce; un representante de la Asociación de la Prensa, Rubén López, y como secretaria la gestora de Fiestas del Ayuntamiento de Logroño, Pilar Guía.
El origen de los vendimiadores
Hasta 1956 existía la ‘Reina de los Juegos Florales’, porque al menos desde 1901 se realizaban Juegos Florales en los que, además de la figura del ‘Mantenedor’, había una reina de la fiesta. Dichos juegos eran una suerte de certamen poético y se realizaban en el I.E.S. Sagasta y, posteriormente, en el Teatro Bretón.
Cuando en 1957 las fiestas de San Mateo pasan a ser Fiestas de la Vendimia Riojana, la ‘Reina de los Juegos Florales’ pasó a serlo de las fiestas de la Vendimia.
Con la Corporación Democrática de 1979 se decidió sustituir la denominación de ‘Reina de la Fiesta’ por ‘Vendimiadora Mayor’, para cuya elección se creó un jurado conformado por concejales, la comisión organizadora, entidades culturales, juveniles, centrales sindicales, asociaciones de vecinos, peñas y medios de comunicación.
Durante este período también hubo otras figuras, como la de la reina y las damas de la carroza del Ayuntamiento, las de reinas de las peñas y la presencia de otras vendimiadoras, a modo de corte de honor.
La figura del vendimiador y de la vendimiadora, tal y como hoy los conocemos, aparecieron en 1991, cuando por Comisión de Gobierno se aprobaron unas bases en las que se incluían sus funciones, requisitos y composición del jurado.
