Considerada Fiesta de Interés Turístico Regional, la celebración de la procesión del Humo de Arnedillo se remonta al año 1.888 y hoy, 125 años después, los vecinos de Arnedillo continúan la tradición.
El domingo, temprano, comienza el bullicio por las calles y callejuelas más próximas a la plaza. Las ramas frescas de romero se amontonan en las paredes y esquinas de las calles para dar comienzo a la procesión del humo, que siempre comienza a las 11.30 h.
La procesión con la imagen de San Andrés, protector contra los espíritus malignos y sanador, recorre las estrechas callejuelas y el humo del romero se propaga por todo el pueblo. Según la tradición del lugar, todos los ahumados quedarán protegidos de los males que llegan con el invierno, especialmente catarros y gripes. Una vez finalizada la misa en honor a San Andrés, las hogueras se aprovechan para asar choricillo, panceta y pasar un buen rato entre amigos. Como no, las pozas de agua termal también son una buena alternativa para finalizar la jornada.
Origen de la procesión
En el año 1.888, San Andrés fue procesionado por vez primera para ahuyentar una terrible epidemia de viruela negra que por aquel entonces asoló la población de Arnedillo y se cebó fundamentalmente con los niños. Los escritos de la época recogen cómo, a los dos meses de esta primera procesión, el número de fallecidos se redujo radicalmente. Por ello, todos los años, se vuelve a sacar al santo.
Imagen de portada: http://turismoenpueblos.es Imagen interior cedida por Carlos Faulín.