¿Reconoces a tu hijo o hija, puede que incluso a ti misma, en estas afirmaciones?
- Se queja si hay un ruido constante.
- A veces necesita retirarse para estar a solas.
- Tiene un bajo umbral del dolor.
- Se plantea preguntas inusuales para su edad.
- Reflexiona mucho sus decisiones.
- Se asusta fácilmente.
Si es así, puede que acabes de descubrir que se trata de una Persona Altamente Sensible (PAS). Es decir, con una mayor sensibilidad emocional y mayor reactividad en el sistema nervioso central. María Martínez y Karina Rincón pertenecen a ese 20 por ciento de la población mundial consideradas Altamente Sensibles. Lo que se traduce, como ellas dicen, en ir por la vida «con el corazón en la mano».
«Yo siempre me he considerado la rara del grupo», confiesa Karina. «De pequeña, me planteaba cosas que a otros niños ni se les ocurrían. Al llegar a la adolescencia, aún peor: ir a la discoteca con música a todo volumen, humo, gente por todos lados, luces apabullantes… Llegaba a casa y pensaba ¿pero por qué yo no disfruto como mis amigas? Y me sentía aún peor; siempre con ese sensación de no encajar. Al llegar a la edad adulta, me di cuenta de que el mundo no funcionaba como yo pretendía. En mi estricto sentido de la justicia, yo no entiendo muchas cosas, pero te tienes que adaptar y callar«.
Callar… hasta ahora. Hace apenas unos meses que ambas han descubierto porqué sienten con mayor intensidad o captan detalles que al resto de mortales les pasan desapercibidos. «Fue totalmente accidental -cuenta María-. Estaba buscando documentación para mi trabajo cuando topé con un informe en el que se hablaba de Niños y Niñas Altamente Sensibles(NAS). En él, se enumeraban ciertas características comunes en estos menores y en prácticamente todas veía reflejada a mi hija, que entonces tenía 2 años«.
Hipersensibilidad a ciertos tejidos y etiquetas de la ropa, preferir estar a solas que con mucha gente, defender fervientemente las normas, reacciones emocionales intensas… era algo que se daba en su hija. «Tu entorno te dirá que la estás malcriando, que no puedes consentir ciertas reacciones o, por ejemplo, que le tienes que obligar a ir a un cumpleaños infantil aunque no quiera… Es importante que los padres y madres puedan reconocer este rasgo en sus hijos y obrar en consecuencia».
Pero no solo comprobó que su pequeña era una persona con alta sensibilidad, sino que, tras leer y leer, se dio cuenta de que ella misma también lo era.
«Todo empezaba a tener sentido: por primera vez tenía respuesta a porqué no puedo ver los informativos sin llorar, porqué soy capaz de entender los problemas de mis amigas y ponerme en su piel mejor que nadie o, incluso, porqué una vez llegué a llorar cuando mi madre cambió un mueble de sitio», cuenta María.
Creatividad, empatía y profundidad de pensamiento
La Asociación de Psicólogos y Profesionales de la Alta Sensibilidad deja claro que la Alta Sensibilidad no es un trastorno o anomalía sino una característica del procesamiento sensorial. Dicho de otra manera, perciben y procesan las información sensorial de manera diferente. Por ejemplo, se dan cuenta de detalles más sutiles; presentan una mayor profundidad de pensamiento y los elabora con más detenimiento; alcanzan mayores habilidades para la creatividad y el arte y tienen una mayor capacidad de empatía al disponer de más actividad en sus neuronas espejo que el resto.
Un rasgo que comenzó a popularizarse y darse a conocer en 1996, a raíz de la publicación del libro de la Dra. Elaina Aron, titulado The Highly Sensitive Person. La Asociación Española de Profesionales de la Alta Sensibilidad ofrece mucha más información en su página web y, además, ha elaborado varios test gratuitos con los que poder descubrir si tú o tu hijo o hija sois PAS. Puedes acceder a ellos -infantil y adulto- desde aquí.
Un blog para el mundo PAS
La vida de Karina y María está plagada de anécdotas -más y menos divertidas- que ahora quieren compartir con otras personas que estén pasando por lo mismo. Para conseguirlo, hace dos meses que han creado el blog: www.repasos.es. «Nuestro objetivo es que mucha gente de la calle pueda verse identificada con nuestras vivencias, pero también reivindicar el valor de la sensibilidad, porque muchas veces se confunde ser sensibles con ser débil, y para nada; esta una imagen que queremos erradicar.
Para ellas, descubrir que eran esas dos de cada diez personas con alta sensibilidad ha sido esclarecedor; ha sido ese «vale, ahora todo encaja» que sin saberlo buscaban. «A nosotras nos ha costado toda la vida tener una explicación a lo que nos ocurría. Así que, si alguien recala en nuestro blog y nos necesita, aquí estamos».
Explican que sobre el PAS hay muy poca información y a menudo tan científica «que cuesta digerirla». Añaden que hay mucho desconocimiento sobre este rasgo, incluso por parte de médicos y psicólogos, «aunque ya se está avanzando».
En España, existe una asociación PAS España y en muchas comunidades se están creando grupos de apoyo. Algo que estas dos mujeres tampoco descartan como objetivo.
¿Quieres contactar con ellas? Puedes seguirlas en su perfil de Instagram: @repasos.es o en su blog: www.repasos.es