Continuando con la programación cultural ‘Bajo el cielo de Logroño’, el Teatro Bretón ha programado para este jueves la obra de teatro titulada ‘Ocupado‘. Se trata del último trabajo de la compañía riojana El Perro Azul Teatro y está dirigida a todos los públicos (recomendable desde 7 años).
Dirigida por el riojano Jorge Padín, en esta divertida y entrañable obra, un ejecutivo decide acabar con la alienación que le agobia y se encierra en su cuarto de baño. En ese espacio íntimo, entabla un hilarante combate contra la sociedad, entre lo onírico y lo escatológico, entre sus deseos y la más cruda realidad.
Será este jueves 26 de agosto, a las 22 horas, en la Plaza San Bartolomé.
Entrada libre y gratuita hasta completar el aforo disponible.
Sinopsis: Un hombre solo, en su cuarto de baño, entabla un combate cómico con el mundo. Un corte en el afeitado, un estreñimiento imperioso, las llamadas desde el trabajo a su móvil… son fuerzas invisibles que parecen retenerle confinado entre esas cuatro paredes. Su imaginación consigue liberarle y ofrecerle un viaje alucinado por el espacio sideral. Finalmente regresa para celebrar su disparatada fiesta de descubrimiento.
Puesta en escena
OCUPADO está interpretado por un solo actor. El intérprete desarrolla un juego actoral apoyado en un cuidadoso lenguaje gestual que da como fruto una elocuente expresividad.
Este sorprendente juego físico es la llave para acercarse a todos los públicos con una lógica que nos hace reír y, paralelamente, nos conmueve. Al fin y al cabo, el triunfo (y la tragedia) del personaje nace de su fracaso ante los ojos de los espectadores.
El aparente realismo se ve superado por una comicidad desternillante. Nuestro personaje juega en el cuarto de baño, un espacio que revela lo ridículo de una realidad que a todos nos pertenece. La escenografía cobra vida en manos del actor, los objetos se animan y se transforman mediante un virtuoso ejercicio de manipulación.
En OCUPADO, conectamos con el niño que fuimos y hemos ahogado con la corbata, el móvil, las Redes, el dinero, el tiempo. Nuestra obra propone un momento de ruptura, de atrevimiento, un salto al abismo. Y una vez que el espectador ha visto cómo el niño se hace libre, ya no lo puede olvidar. Entonces el hombre y el niño, la mujer y la niña, juntos, pueden despojarse de todo lo inútil que llevan dentro y ponerse en manos de la poesía.
De este modo, concluimos desde el escenario con una decidida apuesta por el Ser Humano, ofreciendo una esperanzadora poética de vida.