Nos encanta estrenar, pero más aún cuando se trata de secciones tan chulas como esta.
Hace unos meses, Marta Isabel Gutiérrez se puso en contacto con El Balcón de Mateo para ofrecernos esta colaboración que ahora ve la luz. La hemos bautizado «Experimentos de andar por casa» y el objetivo es que podamos asomarnos a la Ciencia mediante materiales al alcance de cualquiera y explicaciones muy, muy sencillas.
No es tarea fácil, pero Marta, doctora en Químicas por la Universidad de La Rioja, nos lo va a hacer más sencillo. Ella tiene experiencia en el mundo de la divulgación, como bloguera y como redactora en la revista Principia. Aunque como ella mismo dice: «el hecho más importante a lo largo de toda mi vida ha sido ser mamá y poder compartir con la familia mi pasión por la ciencia es algo con lo que disfruto mucho».
Así que, sin más preámbulo, el primer experimento con el que se estrena en nuestra casa. ¡Bienvenida!
Experimento de enero: nieve en casa
¿Os animáis a ser científicas y científicos por un día? Empezamos con un experimento para crear nieve en casa.
Estamos en enero, metidos de lleno en el invierno y con la nieve como protagonistas. La Rioja ha empezado el año cubierta por un manto blanco de nieve, una postal típica de estas fechas que ha permitido a muchas y muchos disfrutar de estos paisajes. Sin duda, la nieve es un atractivo para cualquiera y no siempre podemos disfrutar de su presencia.
Por ello, ¿por qué no hacemos nieve en casa? (Foto 1) Un experimento sencillo de hacer que, además, puede ofrecernos muchas horas de juego.
Recordad que todos los experimentos se deben hacer siempre en compañía de un adulto.
- Edad recomendada: de 2 a 99 años
- Grado de dificultad: fácil.
- Qué se necesita:
- Unas tijeras
- Un pañal o compresa.
- Un plato, bol, vaso o cualquier otro recipiente. La recomendación es usar un plato plano o un bol de ensalada, porque con el pañal dispondremos de una cantidad considerable de nieve.
- Agua
Manos a la obra
Para comenzar, primero se debe preparar todo el material sobre una mesa. Como vamos a utilizar agua y vamos a generar bastante cantidad de nieve, se aconseja poner debajo una toalla o mantel para que sea más fácil recoger después.
Una vez preparado todo el material, colocaremos el pañal sobre el recipiente y, vaso a vaso, iremos añadiendo agua sobre el mismo.
Tal y como puede verse en la siguiente secuencia de imágenes, el pañal irá absorbiendo el agua. Un pañal puede absorber hasta 10 vasos de agua sin que el agua traspase su última capa. Impresionante, ¿verdad?
Si en lugar de un pañal utilizamos compresas, el procedimiento es el mismo, derramar agua sobre ellas. Poco a poco, tanto el pañal como la compresa se irán hinchando y llenando de agua. ¿Qué hay en su interior?
Con ayuda de unas tijeras, cortaremos las capas más externas de nuestro pañal o compresa, y vaciaremos todo su contenido en el recipiente elegido.
¡OJO! Más adelante os hablaré de este curioso material. No debe ingerirse. Además, es un material mu absorbente, no debe tirarse por el fregadero, váter, etc.
Una vez que vaciemos todo el contenido del pañal o compresa en el recipiente, ¡ya tenemos la nieve lista para jugar con ella!
Jugamos con la nieve
Esta nieve no está tan fría como la de verdad y, para muchas y muchos, es muy agradable al tacto, diría incluso relajante. Por ello, podemos jugar como ella como si fuera nieve de verdad. Podemos hacer un muñeco de nieve, castillos, que las y los peques de la casa la manipulen, la cambien de sitio para hacer trasvases…
Otra idea, utilizando diferentes objetos pequeños y una bolsa transparente con cierre para congelar, consiste en rellenar dicha bolsa con la nieve generada y los objetos elegidos, de forma que haya que descubrir en la misma cada objeto oculto.
Polímero, la ciencia que se esconde tras la nieve artificial
¿Por qué puede hacerse nieve con un pañal? ¿Es nieve realmente? ¿Durará eternamente?
La clave para responder a estas preguntas es la palabra polímero. Dentro de los pañales y compresas hay un material, un polímero, llamado poliacrilato de sodio. Si abrimos el pañal seco, podemos encontrar un polvo blanco en su capa intermedia, mezclado con celulosa o algodón. La principal característica de este polímero es que puede absorber entre 200 y 300 veces su peso en agua. Al entrar en contacto con ella, adquiere esa textura de gel que hace que parezca nieve. Si a nuestra nieve artificial siguiéramos echándole agua podríamos ver que el poliacrilato de sodio sigue absorbiendo agua incluso volverse transparente.
El poliacrilato de sodio tiene muchos usos además de las compresas y los pañales. En jardinería se utiliza mezclándose con el suelo para retener agua y que luego se libere poco a poco, con el fin de regar la planta. También se usa como agente secante y para proteger objetos y lugares de la humedad, por ejemplo, las bolsitas que podemos encontrar dentro de las cajas de zapatos.
¿Quieres más?
¿Qué te ha parecido el primer experimento? A nosotras nos ha encantado hacerlo y, más aún, descubrir la realidad que hay detrás. Estamos deseando de que Marta nos envíe muchos más.
