En este 26 de julio, Día de los Abuelos, queremos hacer un pequeño guiño recordando todas esas frases que hemos escuchado cientos de veces a nuestras abuelas, también a nuestras madres y que, seguro, alguna vez también se te han escapado a ti (si no, al tiempo).
He aquí una pequeña muestra de las mejores frases de nuestras abuelas:
El tema preferido de las abuelas, la alimentación:
- Tómate la leche que tiene mucho alimento.
- Anda, come, come, que te vas a quedar como una lumia.
- Ya no se comen tomates como los de antes.
- ¿Te frío un huevo?
- ¡Cómo se nota que no habéis pasao hambre!
- Tómate rápido el zumo que se le van las vitaminas
Hablar de las cacas de sus nietos también les encanta:
- ¿Ha hecho bien cacas? ¿De qué color? ¿Cuántas? ¿Cómo?…
- Ya le voy a hacer un zumo que no ha hecho cacas en todo el día.
- Uy qué tripa más dura… ¿ha hecho cacas?
Y los tiempos pasados, que siempre fueron mejores.
- Yo a tu edad ya llevaba tiempo trabajando (a un niño de 5 años).
- Pues yo a tus años…
- Antes sí que nevaba de verdad y no lo de ahora.
- Antes, todo esto eran campos.
La educación, su punto fuerte:
- ¡Tendrás valor! Tú sí que eras mala de pequeña y no la niña.
- Deja, deja a la niña, para un día que viene… (esta frase sirve para frenar a cualquier padre en casa de una abuela).
- Si yo le contestaba así a mi padre me pegaba una paliza con el cinto… (suena fuerte, pero así era).
- ¿Pero tú quién te crees que soy? ¿El banco de España? Anda toma y no se lo digas a tu madre.
- Anda, no seas tonta, si llego a saber lo que sé ahora, ¡pa rato me caso con tu abuelo!
- Y si tu amiga se tira por el puente, ¿tú también?
- Un buen sopapo a tiempo…
Los cuidados de los hijos:
- Tapa bien a ese chiquillo que va a coger frío.
- Este niño tiene hambre, te lo digo yo.
- Anda quita, que ya le doy yo.
- A las 10 en la cama estés, mejor antes que después.
Y también podríamos hablar del tiempo, la religión, las enfermedades y, cómo no, los refranes, que se saben un ciento.
- Y ese amigo tuyo de quién es (si no tienes pueblo, esto no se entiende).
- Uyyy, cómo me duelen las cervicales/varices, va a llover.
- Hasta mañana, si Dios quiere.
- ¿Pero no le va a bautizar…? ¡pobrecito!
- Hay que hacer las cosas como Dios manda.
Y con esto, decimos adiós, hasta la siega del tomate, o hasta la próxima… si Dios quiere.
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