La Red Madres de Día llega a La Rioja, de la mano del proyecto Creciendo Libres, «un servicio profesional de atención y cuidado a la primera infancia (de 9 meses a 3 años), basado en el acompañamiento respetuoso, consciente e incondicional del desarrollo infantil».
Alicia Ozaeta, madre, pedagoga y maestra de Infantil con máster en Crianza Consciente, es la impulsora de esta iniciativa que surge «como respuesta de calidad para la conciliación de la vida laboral y familiar», explica.
Lo primero, ¿qué se entiende por madre de día?
Una madre de día es una alternativa a una escuela infantil tradicional. Las integrantes de la Red Madres de Día procedemos del ámbito educativo, es obligatoria titulación en Magisterio, Educación Infantil, Psicología, Pedagogía o Técnico Superior de Educación Infantil, y tenemos amplia experiencia en la atención y cuidados a la primera infancia. Pero sobre todo, creemos firmemente en que el niño debe crecer en un lugar cálido y familiar.
¿Las madres de días cuidáis de los niños en vuestras casas?
Así es. Las madres de día desarrollamos la actividad en nuestro propio hogar, adecuadamente equipado y adaptado, para las diferentes tareas y momentos del día. El objetivo es que nuestras casas sean para ellos una extensión de la suya propia.
La casa de Creciendo Libres está situada a las afueras de Villamediana, tenemos una amplia terraza y está rodeada de caminos y jardines para disfrutar en la naturaleza y al aire libre.
Además, como dato interesante podemos decir que las madres de día no usamos dispositivos móviles o electrónicos en presencia infantil, ni tampoco utilizamos aparatos que impiden su libre movimiento, tales como hamacas, parques o andadores.
¿Cuántos niños y niñas puede tener una madre de día de forma simultánea?
En vista de las condiciones en que desarrollamos nuestro trabajo, es necesario que la ratio sea reducida; como máximo, una profesional por cada cuatro peques.
¿Sigues alguna línea pedagógica concreta?
Para mi trabajo me inspiro en pedagogías activas y respetuosas como Waldorf, Pikler y Montessori. No obstante, me gusta decir que me guío por el incomprendido arte de «dejar hacer», donde la intervención sólo cobra sentido desde un acompañamiento pleno y empático.
¿Cómo es un día cualquiera con una madre de día?
Los niños vienen alrededor de las 9 de la mañana de forma escalonada para que cada niño y familia tenga su tiempo de acogida. Cuando estamos todos juntos, comienza el tiempo del juego libre hasta el desayuno-almuerzo; fruta de temporada, huevos en todas sus formas, aguacate, jamón york o pavo, etc.
Después del almuerzo, nos preparamos para salir al aire libre donde pasamos alrededor de una hora jugando y explorando. Hacia la 1 menos cuarto nos preparamos para la comida (lavado de manos, colocar la mesa, ponernos los delantales, etc.), calentamos y comemos la comida que cada familia ha preparado para su hijo. Luego, nos aseamos, nos lavamos los dientes y nos preparamos para la siesta con cuentos, canciones tranquilas y con luz tenue. Hacia las 15.30 horas vamos despertando y jugamos libremente hasta la llegada de las familias.
¿Es el primer proyecto de madres de día en La Rioja?
Así es, la Red de Madres de Día lleva muchos años instaurada en otras comunidades españolas, pero Creciendo Libres es el primer proyecto que surge en La Rioja.
Queríamos ofrecer una alternativa a las guarderías y escuelas infantiles tradicionales para cubrir las necesidades de conciliación familiar.
¿De qué forma está regulada la actividad madres de día?
El servicio de madre de día se reguló primero en Navarra con las «Casas amigas» y le siguieron la Comunidad de Madrid y Galicia. Actualmente, están en trámites Cataluña y la Comunidad Valenciana.
En las regiones donde no existe normativa específica, nos autorregulamos cumpliendo unos requisitos que se basan en lo que las administraciones requieren allá donde existe regulación: obligatoria titulación exigida en el marco legal, posesión del certificado de manipulador de alimentos, realización anual del taller de Primeros Auxilios en bebés y niños, posesión del Certificado de ausencia de delitos de naturaleza sexual, formación adicional en pedagogías respetuosas, disponer de un seguro de hogar y otro de responsabilidad civil, estar dada de alta en la seguridad social.
Lo ideal sería que de esta iniciativa surjan más profesionales que abran sus hogares en La Rioja, y así, formar una asociación autonómica que comience lo necesario para la regulación en esta comunidad.
Contenido elaborado con la colaboración de Creciendo Libres.
