A partir de ahora, los Reyes Magos tendrán menos trabajo. En Logroño, contamos desde ayer con El Pozo de los Chupetes, un «lugar mágico» donde los niños podrán acudir para decir adiós definitivamente a su chupete.
Así lo hicieron ayer más de medio centenar de niños, que ayer se acercaron hasta el Parque de La Ribera para despedirse para siempre de su compañero.
Allí les estaba esperando El Pozo engalanado, pero la lluvia hizo acto de presencia y, al poco de cortar la cinta inaugural, comenzó a llover fuertemente, y se tuvieron que suspender todas las actividades programadas.
Símbolo de la infancia
Según sus impulsoras, El Pozo de los Chupetes es algo más que un lugar donde depositar este objeto, sino que pretende convertirse en un símbolo de la infancia y un punto de encuentro para las familias riojanas con niños.
Por ello, se ha tenido muy en cuenta el lugar donde instalarlo: aquí se dispone de una zona de merenderos, juegos infantiles, un estanque y mucho espacio para que los niños jueguen libremente sin tráfico cercano. «A lo largo del año, vamos a organizar diferentes actividades para que, poco a poco, las familias y los niños hagan más suyo este sitio».
El Ayuntamiento de Logroño a través del concejal de Medio Ambiente, Jesús Ruiz Tutor, ha respaldado también esta iniciativa, que, según sus palabras «va a dinamizar uno de los parques más bellos de la ciudad y conseguirá que los niños sientan más suyos los parques y espacios públicos».
100% reciclado
Durante su inauguración, Ruiz Tutor hizo hincapié en que El Pozo de los Chupetes de Logroño ha sido realizado con materiales reutilizados: como los bancos de la antigua Plaza de la Oca o los adoquines de varios puntos de la ciudad.