Las familias riojanas están indignadas por la pésima calidad de los menús escolares que se sirven en los colegios públicos de la Comunidad, así lo ha explicado hoy FapaRioja, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de centros públicos de La Rioja, que ha emitido un comunicado denunciándolo.
«Es indignante y alarmante que nuestros hijos e hijas estén mal alimentados o pasen hambre en los comedores escolares de La Rioja», alertan y, en consecuencia, exigen una solución urgente a la «drástica bajada en la calidad de los menús escolares que sirve Serunion».
«También pedimos una reflexión a los políticos, quienes tiene poder de decisión para revertir la situación: es necesario un cambio de rumbo en el modelo actual de comedores escolares privatizados, que vuelva a cocinarse en los colegios y que se empleen productos riojanos de calidad y de proximidad», añaden.
Desde FapaRioja apuestan por volver al modelo de cocinas propias en los centros empleando alimentos y productos de calidad. «Una buena alimentación es invertir en salud, y también tiene un retorno a medio y largo plazo porque gozando de buena salud, no se sobrecargará el sistema sanitario», argumentan.
Recuerdan desde la asociación que una primera oportunidad política la tienen el próximo 19 de diciembre, cuando se votará en el Parlamento Autonómico las enmiendas a los presupuestos para La Rioja y en ellas se introduce una enmienda para devolver algunas cocinas propias a varios colegios de la Comunidad, después de que en los últimos veinte años hayan quitando las cocinas de muchos colegios, «perdiendo en calidad la alimentación».
Desde FapaRioja consideran que este puede ser un punto de partida para comenzar a revertir la privatización de los comedores. Actualmente, el servicio de comedores escolares en La Rioja está externalizado y en la gran mayoría de colegios se sirve un catering elaborado por Serunion, «un gigante multinacional del catering con numerosos antecedentes y negligencias graves aquí en La Rioja», recuerdan.
Las familias se han visto obligadas a realizar controles de calidad
Como informa FAPARIOJA, desde el curso pasado, dadas las quejas recibidas de las familias usuarias, en numerosos colegios públicos de La Rioja las familias comenzaron a acudir semanalmente y realizan catas de los menús, registrando las calidades y reportando las incidencias.
Desde el comienzo de este nuevo curso 2022-2023, el número de reportes e incidencias se ha disparado. Comida mal cocinada, pasada de cocción, con mala presentación y mal aspecto, sabores fuertes, productos de baja calidad, pescados de cuarta categoría (abadejo, limanda, casi siempre servidos con espinas a los menores), hamburguesas, o más bien sucedáneo, con tan sólo un 60% de carne, productos industriales y precocinados como la tortilla envasada o los zumos con edulcorantes, son algunas de las quejas registradas por FapaRioja que se han ido reportando a la empresa adjudicataria SERUNION y a la propia Consejería de Educación en los últimos meses.
Este curso las incidencias y quejas se han disparado
Desde FapaRioja explican que el pasado 21 de noviembre se mantuvo una reunión con la Consejería de Educación con el objetivo de denunciar estas prácticas y otras dificultades que atraviesa la gestión de los comedores riojanos, como los altos ratios de menores por cada monitor/a, la falta de especificidad con niños y niñas con intolerancias alimentarias, ofrecer la opción de la comida halal, etc.
«Tenemos que pensar que el comedor es un servicio fundamental para que algunas familias puedan conciliar y en algunos casos de familias con alguna problemática puede ser la comida básica para esos menores. Si el curso pasado la comida ya dejaba mucho que desear y recibíamos muchas quejas y preocupación de las familias, este año ya es alarmante. Día sí, día también tenemos incidencias e incumplimientos de contrato por la dejadez por parte de la empresa que incumple sistemáticamente muchos de los compromisos firmados».
Garantizar una alimentación de calidad a todos los niños y niñas
«Serunion lleva ganando concursos públicos y dando servicio a los colegios públicos de La Rioja ininterrumpidamente durante 8 años. La empresa acumula un historial de antecedentes, algunos de ellos muy graves», indica FapaRioja, la cual «no entiende cómo empresas con semejantes antecedentes pueden seguir participando en concursos públicos sin ningún veto o penalización, y continuar sirviendo una comida de tan baja calidad a diario a nuestros hijos e hijas. Es inimaginable que esto suceda en cualquier otro sector».
«Parece que nuestros niños y niñas son ciudadanos de segunda o tercera categoría, y esta empresa sigue haciendo negocio impunemente en La Rioja. Las familias vivimos con la angustia de que tenga que pasar algo grave para que alguien se lo tome en serio y actúe de una vez».
Es básico que todos los implicados busquen soluciones para garantizar una alimentación de calidad a todos los niños y niñas de La Rioja, finalizan.