Control domótico por internet; juegos interactivos, robótica con Arduino, una máquina para hacer agujeros cuadrados, con grandes aplicaciones para la industria mecánica o, incluso, un dron del futuro fabricado por estudiantes de formación profesional. Estas son algunas de las propuestas que se pueden ver en la exposición Divulgaciencia, el programa de divulgación científica y tecnológica de La Rioja, que este año cumple ya 11 ediciones.
En la exposición presentada hoy, la primera de las tres que componen este programa, se muestran 15 trabajos de alumnos de 5º y 6º de Primaria de CEIP San Franscisco, Las Fuentes (Nalda) y CEIP Navarrete el Mudo, además de proyectos de ciclos formativos de Grado Medio y Grado Superior del IES Rey Don García (Nájera), IES Cosme García y Salesianos Los Boscos.
Esta exposición se podrá ver hasta el sábado 11 de noviembre en el centro de Fundación Caja Rioja Bankia La Merced, de lunes a sábado de 18 a 21 horas, entrada libre y gratuita.
Talleres científicos, conciertos…
Divulgaciencia se completa con un programa riguroso de talleres científicos para alumnos de 5º y 6º de Primaria, ESO y Bachillerato, en horario lectivo y gratuitos. También dentro del horario escolar habrá conciertos para escolares los días 23 y 24 de noviembre en los que participarán 550 niños de colegios de Primaria de toda La Rioja. Estos conciertos dirigidos por la Fundación García Fajer vinculan la ciencia y el sonido y correrán a cargo de la violista Irina Yonkova.
Además, también habrá un taller fuera de horario lectivo para niños y niñas de 3º a 6º de Primaria que tendrá lugar el sábado 11 de noviembre, de 18 a 21 horas (inscripciones en cclamerced@fundacion-cajarioja.es, o en el propio centro).
La cuadratura del círculo: la máquina de los agujeros cuadrados
Uno de los proyectos que se pueden ver en la exposición es el de los alumnos del CFGM Mecanizado en Los Boscos. Se trata, básicamente, de una máquina para hacer agujeros cuadrados o hexagonales. El resultado es una máquina prácticamente única en el mundo que permite hacer este tipo de agujeros directamente, sin necesidad de un paso previo -como se viene haciendo hasta ahora-, consiguiendo reducir los costes de producción.
Pero si el resultado es importante, el esfuerzo y la dedicación de los alumnos no lo es menos. Desde junio de 2016, los estudiantes han dedicado decenas de horas de su tiempo libre -vacaciones de verano, tardes…- a pensar y desarrollar el proyecto. Como nos explicaban Íñigo González y Lander Samaniego, dos de sus cuatro autores, junto a su tutor Orlando Monzoni, cuando realizan estos trabajos, los alumnos comprenden los conceptos, los ven, los entienden, los palpan y son capaces de llevarlos a la práctica.