Los bebés «no quieren» nacer cuando es fiesta o, al menos, esa debería ser la conclusión natural que arroja el informe realizado por la asociación El Parto es Nuestro sobre los días del año con menos nacimientos y cuándo nacen más niños. Pero teniendo en cuenta que los recién nacidos no entienden de festivos, la conclusión a la que se llega con el informe ‘Nacer en horario laboral‘ es otra bien distinta.
Según explican: «Nacer en horario laboral se ha convertido en lo habitual en los últimos 30 años en la Comunidad de Madrid. Se planifican los nacimientos para que se concentren en los días laborables, disminuyendo los partos en fines de semanas y festivos. Esta alteración, por razones no médicas, sino de organización o de agenda, pone en riesgo la salud de madres y bebés y desatiende las recomendaciones de la OMS».
Las fechas en las que es más improbable nacer en Madrid, las que tienen un tono más claro en el gráfico, son el 1 y el 6 de enero, el 19 de marzo, el 1,2 y 15 de mayo, el 15 de agosto, el 12 de octubre, el 1 y 9 de noviembre, el 6 y 8 de diciembre y los días 24 y 25 de diciembre. Todas las celdas más claras de la fotografía aportada por la asociación coinciden con un festivo nacional o de la Comunidad de Madrid.
Aunque el análisis se ha realizado para los nacimientos acontecidos en la Comunidad de Madrid, otros análisis similares sugieren que esta imposición del horario laboral en los partos se da de forma generalizada en España y otros países de nuestro entorno.
Menos partos los fines de semana
El siguiente gráfico muestra que, desde 1975, cada vez hay menos nacimientos en fin de semana, especialmente durante los domingos.
Según explica El Parto es Nuestro, la Organización Mundial de la Salud lleva décadas alertando a países como España de los riesgos de programar partos, ya sea a través de una inducción o con una cesárea programada, ya que nuestro país sobrepasa las recomendaciones de la OMS en cuanto a inducciones.
La OMS recomienda no sobrepasar el 10% y España, según el Ministerio de Sanidad, está en un 19,4%. Según el informe de Euro Peristat, la Comunidad Valenciana, con un 31,7%, supera a cualquier país europeo en inducciones.
«Mujeres y bebés asumen los riesgos y consecuencias de la programación de partos, del abuso de la oxitocina sintética y las cesáreas programadas, en muchas ocasiones sin haber sido debidamente informadas ni haber dado su consentimiento para las intervenciones médicas.
Tras un embarazo normal, el parto más seguro y saludable se debe iniciar de manera espontánea, respetando la madurez del niño que está por nacer, para facilitarle el mejor comienzo posible. El alto precio a pagar es un aumento de bebés que nacen prematuramente, junto con lesiones innecesarias, tanto en madres (episiotomías o daños por manipulaciones, por ejemplo) como bebés (cortes de bisturí, luxaciones de hombros, problemas respiratorios, etc.), fracasos de lactancia y estrés postraumático, por nombrar solo unos pocos».
Desde la asociación El Parto es Nuestro instamos a los servicios de ginecología y obstetricia en atención primaria y especializada, a los organismos, profesionales y autoridades sanitarias a:
- Considerar el embarazo y parto como un proceso fisiológico y respetar este proceso como tal.
- Limitar las programaciones de partos a las estrictamente necesarias, eliminando las festividades y fines de semana de la lista de motivos.
- Facilitar la organización hospitalaria de modo que los fines de semana y días festivos sean igual de seguros para parir o nacer que los días laborables.
- Elaborar y publicar estadísticas por hospitales, tanto públicos como privados, que permitan conocer el porcentaje de partos inducidos y cesáreas programadas de cada centro, de forma que las mujeres puedan basar su elección en información relevante.