Embarazada en verano, consejos para soportar el calor

Embarazada

Para muchas embarazadas, el verano es una de las épocas más críticas de la gestación. Por ello, os ofrecemos una serie de consejos que toda futura mamá debe conocer para sobrellevar su embarazo lo mejor posible durante las altas temperaturas que se avecinan. Consejos ofrecidos por Belén Gabarre, matrona en Obstetrix, centro en Logroño especializado en Preparación al nacimiento, atención, cuidados y seguimiento del embarazo, parto, postparto y crianza.

 

El baño está permitido  

Un tema muy controvertido es el del baño en piscinas o en el mar, por los falsos mitos de infecciones genitourinarias así como el temor a romper la bolsa amniótica sin enterarnos.

Si la gestación evoluciona normalmente, el baño no estaría contraindicado si las instalaciones acuáticas cumplen con las normativas sanitarias y controles exigidos.

Será necesario evitar la humedad después del baño por lo que debemos cambiar el bañador por uno seco, con la finalidad de prevenir la proliferación de gérmenes bajo la humedad y el calor.

Cuidado con las manchas por el sol

Durante el embarazo, existe mayor riesgo de aparición de manchas, fundamentalmente en la cara, que no se van. Por ello, en el rostro se debe usar protección solar alta. Y, si es posible, gorra o sombrero.

En el resto del cuerpo, debe usarse un factor protector 15, como mínimo.

No más de 30-45 minutos diarios de exposición solar. Evitar las franjas de mayor intensidad (de 12 a 18 h.).

Se recomienda ducharse con más frecuencia y terminar con agua fría en las piernas y de manera ascendente. Así, se favorece el retorno circulatorio. También se pueden realizar duchas de contraste finalizando con agua fría.

Evita descansar «boca arriba»

Es conveniente reposar durante el día. La postura ideal será la que resulte más confortable. La ideal: mantener los pies elevados por encima del nivel de la cadera (favorece el retorno venoso).

Si el volumen de la barriga produce dificultad respiratoria, hay que elevar la cabeza y el tórax utilizando almohadas.

Habrá que evitar la postura decúbito supino (acostado boca arriba). Utiliza cojines para mantenerte semiladeada.

Si viajas: para y camina cada 2 horas

Si tu embarazo evoluciona correctamente, nada impide que viajes. Eso sí intenta elegir un medio de transporte que te permita incorporarte y moverte con libertad. 

Si viajas es coche, es necesario realizar pausas cada dos horas para bajar del coche y pasear al menos 10 minutos. 

Consulta con el médico el mejor medio de transporte y la duración del viaje.

No te olvides de beber agua durante el viaje.

Los mosquitos 

Si estás al aire libre tendrás que luchar contra los mosquitos. Utiliza ropa adecuada, cómoda, que cubra la piel y no sea de colores vivos.

Se pueden usar repelentes siempre que no los apliquemos directamente en la piel. Mejor utilizar ahuyentadores mecánicos. 

Pasear, el mejor ejercicio

El ejercicio es otro de los pilares fundamentales del cuidado de la gestante, pero es necesario adecuarlo al nuevo estado. Además, siempre debe estar sujeta a la normal evolución de la gestación y a los consejos de los profesionales sanitarios que realizan su seguimiento.

Son aconsejables los paseos como actividad aeróbica de intensidad apropiada a las necesidades fisiológicas que determina el embarazo.

Debe ser practicado a primera hora de la mañana o a última de la tarde, para evitar el calor.

Durante la actividad física es necesario hidratarse adecuadamente.

Bebe 1,5 litros de agua cada día

Es fundamental realizar cinco comidas diarias.

El desayuno debe incorporar lácteos, cereales y fruta o zumo. En verano y con el calor, un buen aliado son las ensaladas frescas, bien sean con pasta, con verduras o con legumbres, que se pueden acompañar de alimentos con contenido proteico como son atún, huevos, queso, pollo, etc. A media mañana y a media tarde puede recurrirse a productos que nos refresquen como son el yogurt, los zumos frescos de frutas o incluso los batidos que podemos elaborar fácilmente con yogurt o leche y fruta natural y que podemos incluso congelar y tomarlo como helado.

Así mismo es muy importante la hidratación adecuada, debemos beber al menos 1,5 litros al día de agua.

A pesar de no está contraindicado, las bebidas gaseosas durante el embarazo incrementan el reflujo gastroesofágico y la pirosis.

Se debe tener precaución y ser cuidadosos en el mantenimiento de la cadena de frío de los alimentos, sobre todo con aquellos que el calor favorece la proliferación de bacterias que pueden ser causantes de toxiinfecciones alimentarias. De la misma manera las verduras y verduras que consumamos crudas se deben lavar con esmero y en el caso de la fruta si es posible se pela.

Vístete con colores claros 

Como norma general en la gestación se usará ropa cómoda y amplia, que no comprima ni en abdomen ni en extremidades inferiores, y que no impida el adecuado retorno venoso en las piernas para favorecer la circulación y prevenir los edemas que en verano por el calor y la vasodilatación consecuente, son más frecuentes.

La ropa, fundamentalmente la interior será de tejidos naturales y colores claros.

El calzado será amplio y con algo de cuña, con suela antideslizante para evitar accidentes.

 

 

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