El Ayuntamiento ha presentado esta mañana el espectáculo de narración y música ‘El viaje del agua’, una iniciativa que, como ha señalado el concejal de Participación Ciudadana, Kilian Cruz-Dunne, tratará de acercar a la ciudadanía, a través de la narración y la música, algunas historias del origen del agua y de su llegada a nuestra ciudad.
Para desarrollar este espectáculo se ha escogido un entorno bastante desconocido para muchas personas, pero que forma parte de la historia viva de la ciudad: los antiguos depósitos de agua que se ubicaban en el parque de los Enamorados.
El espectáculo ha sido pensado para todos los públicos y tendrá lugar los días 9, 16 y 23 de abril, a las 18:00 horas, en el entorno del antiguo depósito de agua ‘Amós Salvador’ (frente a la zona de juegos infantiles).
La compañía Zarándula llevará a cabo las representaciones de narración oral, con la música en directo del acordeón de Raúl Jiménez. Su representante, Sonia Oliveira, ha explicado que “se trata de poner en valor los antiguos depósitos del agua y el entorno del parque de los Enamorados”.
En este sentido, el espectáculo “relatará de forma amena, como si fuese una aventura, la relación del agua con Logroño, a través de unos hechos que son parte de la historia de la ciudad, pero también mezclados con cuentos y narraciones sobre el agua, todo ello acompañado por música de acordeón”.
El concejal ha recordado que “esta actividad se desarrolla como una más de las que se organizan habitualmente desde Participación Ciudadana en los diferentes barrios de la ciudad. Además, en este caso las representaciones coincidirán con la celebración de las fiestas en esta zona de la ciudad”.
Depósito de agua ‘Amós Salvador’
El parque de los Enamorados ha estado ligado a la historia del abastecimiento de agua en Logroño debido a su ubicación topográfica en la parte alta de la ciudad. Hasta la
construcción de este sistema de suministro que condujese el agua a cada domicilio, la ciudad estaba dotada de fuentes y tres pozos municipales y algunos particulares que
eran los que proporcionaban agua para el consumo de la ciudadanía.
En el año 1881, el entonces alcalde presidente del Ayuntamiento de Logroño, Don Diego de Francia y Allende Salazar, Marqués de San Nicolás, defendió la necesidad de que la ciudad tuviese un sistema de conducción de agua potable. De este modo, en 1882 se encargó la redacción del proyecto para el abastecimiento de agua a la ciudad a Don Amós Salvador y Rodrigáñez.
Tras analizar la situación del abastecimiento de agua en la ciudad, en la que se vio la imposibilidad de abastecer Logroño con sus fuentes, Amós Salvador centró su atención en los dos cauces disponibles, el río Iregua (trayendo el agua por gravedad) y el río Ebro (por bombeo). Finalmente se decidió por la primera opción, por lo que el proyecto incluyó una conducción desde el cauce del río Iregua, a la altura de Alberite, así como una red de distribución por varias calles de la ciudad y un depósito (el que actualmente se llama Amós Salvador) con un volumen de 1 507 metros cúbicos, ubicado en el camino viejo de Fuenmayor, actualmente parque de los Enamorados.
La construcción de este depósito se inició en 1885 y entró en servicio en 1889, cuando Logroño tenía unos 13 000 vecinos. Con el incremento de las necesidades hídricas en la ciudad, en el año 1923 se ejecutó una nueva conducción del agua y un nuevo depósito rectangular, semienterrado, en el mismo paraje que el primero, pero con una capacidad de 9 650 metros cúbicos.
Al poco tiempo se comprobó la falta de capacidad de las infraestructuras, haciéndose obligado el aporte extraordinario de agua desde el río Ebro, que se conducía hasta el
depósito rectangular. De este modo, en el año 1929 se construyó un tercer depósito de sección circular, enterrado y cubierto y con una capacidad de 8 311 metros cúbicos, que se instaló junto al depósito rectangular y que estaba comunicado con los otros dos depósitos existentes en el parque.
Los tres depósitos del parque de los Enamorados funcionaron hasta la década de los años cincuenta, cuando quedaron en desuso al elegirse una alternativa de captación del agua desde el río Iregua, pero a la altura de Islallana, que es la que hoy en día da servicio a Logroño. Además, en el año 1954 se redactó el proyecto de instalación, filtración, depuración, depósitos reguladores y conducción de la ETAP de Logroño en Lardero.
