El programa ‘Un curso en familia’ busca hogares para acoger a menores de entre 7 y 17 años

El próximo curso puede ser transformador para niños y niñas y adolescentes que viven en los pisos-hogar de protección del Gobierno de La Rioja. Y también para las familias que decidan probar una experiencia de acogimiento novedosa, que ya se ha implantado con éxito en Madrid.

El objetivo es lograr que menores de entre 7 y 17 años puedan vivir durante el curso escolar en un entorno familiar, estable, cálido y seguro. Este proyecto responde a una realidad invisible para muchos: en nuestra comunidad, 106 menores viven actualmente en pisos de acogida. 80 de ellos tienen más de 7 años y para ellos se vuelve especialmente difícil encontrar un hogar. Por eso, esta iniciativa busca despertar vocaciones acogedoras y acercar esta experiencia a familias que quieran ofrecer un entorno afectivo durante el curso escolar.

Se trata de un proyecto piloto impulsado por la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF) y por la Asociación de Familias Adoptantes y de Acogimiento de La Rioja (AFAAR), junto con la Consejería de Salud y Políticas Sociales. Cuenta además con la colaboración y el apoyo de la Fundación Diagrama, entidad que gestiona actualmente los pisos en los que residen estos menores.

El reto prioritario es “acercar esta realidad del acogimiento a las familias” explica la trabajadora social de ASEAF y técnico del programa en La Rioja. Lourdes Ezcurra. Son muchas las dudas y las incertidumbres que se plantean en las familias tanto sobre las circunstancias de estos menores y las “mochilas” que llevan, como sobre la capacidad que tendrán como padres o madres para ayudarles. Participar en esta experiencia durante unos meses permite dar ese primer paso, contando con apoyo y asesoramiento en todo momento. Se garantiza además al menor una estabilidad, ya que continuará sus estudios en el mismo centro escolar en el que lo hace habitualmente y con las mismas actividades extracurriculares.

Una vez vivida esta experiencia, las familias, siempre que los menores y sus familias biológicas estén de acuerdo, pueden repetir al siguiente curso o valorar vías de continuidad.

¿Quién puede acoger?

El programa está abierto a la participación de todo tipo de familias: parejas, personas solas, con o sin hijos, monoparentales, reconstituidas o con otros menores en acogida o adopción. No se busca un modelo ideal, sino personas capaces de ofrecer estabilidad, afecto, compromiso y un entorno seguro.

El programa está abierto a todo tipo de familias que puedan ofrecer un entorno estable, afectivo y seguro.

Desde la Consejería de Salud y Políticas Sociales se realizará la valoración de la idoneidad para que el acogimiento pueda comenzar en septiembre. Esta valoración va más allá de la vivienda o la situación económica, y tiene en cuenta aspectos como las motivaciones para acoger, la capacidad emocional de la familia, el entorno y red social y el deseo de trabajar en equipo para el desarrollo de estos niños y adolescentes. “La motivación no ha de ser hacer un bien social, sino dar a otros niños lo que deseas dar a tus propios hijos, si los tienes; querer ayudarles sabiendo que tenemos la capacidad de hacerlo” afirma Ezcurra.

También es importante afrontar esta experiencia con realismo. “Cuando tú decides ser madre biológica, tus hijos vienen con un libro en blanco; pero cuando entras en el acogimiento ya traen un libro escrito, generalmente con mala letra y al que le faltan algunas páginas. Hay que saber que eso está ahí y que hay que acompañarlo”.

Desde ASEAF y AFAAR lamentan que en muchas ocasiones se identifique a estos niños y niñas con menores infractores. Se trata de niños y niñas que han crecido en familias “en las que no han sabido y no han tenido herramientas para cuidarles”. “Muchas veces sus padres repiten con ellos patrones que han vivido en sus propias infancias. Saber querer a alguien cuando a ti nunca te han querido ni te han cuidado es muy complicado”, explica Ezcurra.

La presidenta de AFAAR, Soraya Temiño, apela “a ponerse en el lugar de estos niños y niñas” que están en pisos de protección donde no pueden formar un vínculo permanente con nadie, donde “no tienen una figura de referencia ni ese apego seguro que necesitamos todos”. “Es fundamental que puedan estar en un hogar para que puedan tener esa seguridad y ese acompañamiento las 24 horas”, añade. Por eso, desde esta asociación ponen el empeño en difundir el acogimiento y ofrecer todo el apoyo a las familias acogedoras.

Las familias recibirán acompañamiento y asesoramiento durante todo el proceso, desde el inicio hasta el final del acogimiento.

¿Cómo es el proceso?

El proceso es sencillo. Las familias interesadas pueden ponerse en contacto con AFAAR a través del correo electrónico familias@afaar.acogedores.org o del teléfono 623 270 018. Recibirán información personalizada y podrán mantener una charla online en www.acogedoras.org, para resolver todas las dudas. Durante mayo y junio se han programado diferentes citas para estas charlas, que se realizan siempre en directo. Una vez tomada la decisión de acoger, la Consejería inicia el proceso para conceder la idoneidad.

Paralelamente, los equipos de los pisos de protección están ya valorando qué menores podrían participar y si tanto ellos como sus familias de origen están de acuerdo.

Se buscará la mejor afinidad posible entre menores y familias, teniendo en cuenta aspectos como la edad, la zona de residencia o la composición y edades de los miembros del hogar.

Apoyo durante todo el proceso

Las familias no estarán solas en este camino. El contacto con los trabajadores sociales y educadores de los pisos en los que estaban los menores va a ser continuo. También se configurarán grupos de acompañamiento con las familias, para compartir experiencias, dudas y herramientas educativas que den apoyo a todos los integrantes del hogar, incluyendo los niños y niñas que reciben al nuevo hermano de acogida. Además, contarán en todo momento con el soporte de la responsable de ASEAF.