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Educar en equipo: el modelo de educación familiar del colegio Alcaste-Las Fuentes

El trabajo en equipo del profesorado se ve reflejado en el acompañamiento personalizado a cada niño o niña así como a sus padres para lograr el binomio familia-colegio.

En el actual contexto social los retos para las nuevas generaciones y las familias se multiplican. De ahí, que el papel de los padres y del centro educativo cobre una relevancia decisiva. En el colegio Alcaste-Las Fuentes creen firmemente que hoy, más que nunca, educar requiere una labor conjunta, coherente y comprometida entre la familia y el centro.

Por eso, uno de los pilares de su modelo educativo es el acompañamiento familiar que realizan en todos los niveles: Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato.

Los retos de hoy

La transformación social, la exposición temprana a las tecnologías, los influencers que fomentan el consumo y la superficialidad o la cada vez más temprana exposición a las drogas y el sexo generan incertidumbre, temor y dificultades en muchas familias. La educación, por tanto, no puede ser el resultado de la improvisación. Requiere una visión clara, unos valores sólidos y un acompañamiento constante a los hijos, pero también a los padres que en muchas situaciones no saben cómo abordar las situaciones que conlleva esta gran responsabilidad.

El uso responsable de la tecnología es uno de los retos actuales de las familias, algo que en Alcaste-Las Fuentes promueven con distintas actividades y el acompañamiento de expertos.

La tutoría personalizada: una herramienta eficaz

Una parte fundamental del modelo personalizado de Alcaste-Las Fuentes es la tutoría. Cada alumno tiene un tutor personal que se reúne periódicamente con él y “nos permite conocer en profundidad a cada estudiante, ayudarle a mejorar, prevenir dificultades y reforzar sus puntos fuertes, en lo académico y lo personal”, explican desde el centro. Este espacio de diálogo permite orientar y acompañar a la vez a los padres en periódicas tutorías familiares en las que se comparten y ponen en común los puntos de mejora en los que está enfocado cada hija o hijo. Esta cercanía y profesionalidad permite que la familia esté acompañada y aprenda a gestionar cada etapa de la infancia y la adolescencia, disfrutando de momentos únicos e irrepetibles.

Coherencia: clave para educar bien

Los niños y adolescentes necesitan mensajes claros, consistentes y alineados entre sus padres y sus profesores. En el modelo de Alcaste-Las Fuentes, trabajan de la mano con las familias para que haya una coherencia educativa real: lo que se promueve en casa, se refuerza en el colegio, y viceversa. “Esta unidad de criterio les da seguridad, sentido y dirección a chicos y chicas, fundamentales en la estructuración de su personalidad”, afirman desde la dirección del colegio.

Educación del carácter: más allá del saber

Formar en valores, fomentar el esfuerzo, ser críticos, aprender a convivir y a tomar decisiones, son objetivos prioritarios en Alcaste-Las Fuentes. “Sabemos que el carácter no se improvisa y que se forja día a día”, manifiestan desde el centro y, por eso, su proyecto educativo no se limita a lo académico: “acompañamos a cada alumno o alumna en su desarrollo personal, promoviendo la responsabilidad, el respeto y la solidaridad, porque queremos que contribuyan a la sociedad y estén dispuestos y preparados para mejorarla”.

Acompañamiento familiar: no estáis solos

Educar es una labor exigente que a veces puede llegar a ser abrumadora. Por eso, en Alcaste-Las Fuentes ofrecen a los padres formación continua a través de talleres, conferencias y encuentros que les ayuden en su labor educativa. De esta manera las familias están acompañadas y tienen formación y argumentos para tomar decisiones sobre aspectos que están impactando a sus hijos. Educación afectiva y sexual, gestión de las nuevas tecnologías en la infancia y adolescencia, gestión de las emociones o alimentación saludable, son solo algunas de las temáticas abordadas a través de estos eventos organizados para madres y padres.

El entorno natural de las instalaciones de Alcaste-Las Fuentes así como sus zonas deportivas, facilitan el juego y una sana socialización.

Un entorno seguro para crecer

La seguridad, tanto física como emocional, es fundamental para aprender y madurar. De ahí que este centro educativo riojano, fundado por un grupo de familias hace cerca de 50 años haya promovido desde sus inicios un clima de respeto, orden y confianza donde los alumnos pueden crecer con libertad, sin miedo y con la tranquilidad de estar en un entorno seguro. A ello contribuyen sus instalaciones, ubicadas en zonas tranquilas y rodeadas de naturaleza que facilitan el juego y la práctica del deporte.

Tecnología con sentido: aprender a usar, no solo a consumir

Alcaste-Las Fuentes fue un centro pionero en España en la introducción de tabletas en las aulas. Los profesores utilizan la tecnología como una herramienta de trabajo que, con un enfoque pedagógico adecuado, ayuda a motivar a sus alumnos y a personalizar y enriquecer su aprendizaje.

“Pero no basta con saber manejar dispositivos. Enseñamos a nuestros alumnos y alumnas a utilizar las TIC con criterio, responsabilidad y ética”, señalan desde el centro educativo. De la mano de expertos y de los cuerpos de seguridad del Estado, el colegio forma a chicos y chicas en el uso seguro de internet, los peligros de las redes sociales y el equilibrio entre lo digital y la vida real.

Aprovechar las ventajas de la tecnología en el día a día y conocer sus riesgos, es parte del proceso formativo del alumnado de Alcaste-Las Fuentes.

En definitiva, el proyecto educativo de Alcaste-Las Fuentes ofrece a las familias una forma de educar que responde a los retos actuales con cercanía, profesionalidad y visión de futuro. Un colegio en el que el binomio familia-colegio es clave para el sano crecimiento de niñas y niños.