El próximo curso escolar, los niños de 3 a 6 años (segundo ciclo de Infantil) dispondrán de una nueva alternativa educativa en Logroño: se trata de la escuela activa Cuarto Creciente, una escuela en la que, según sus responsables, “el niño se convierte en el sujeto activo de su aprendizaje”. La directora de la escuela Elena Moreta y una de sus profesoras Jessica Lozano nos explican en esta entrevista su funcionamiento, basado en las reconocidas pedagogías Montessori o Waldorf.
La primera y fundamental diferencia con respecto a una escuela tradicional es la personalización del aprendizaje, nos cuentan. “En la convencional, es el maestro el que marca el ritmo porque las ratios no permiten esa personalización. Todos los niños deben alcanzar los mismos conocimientos y al mismo tiempo. Sin embargo, en las escuelas activas se les respeta su propio ritmo, en función de su capacidad, intereses y evolución”.
En las escuelas activas, por tanto, la función del maestro no es ordenar qué deben aprender, sino facilitar que el aprendizaje se produzca desde el placer del niño por aprender. Su labor es la de acompañar al niño y observarle para crearle ambientes que les resulten motivadores y apetecibles, para que quieran aprender.
En estas escuelas, los niños adquieren los mismos conocimientos, la diferencia está en cómo los alcanzan”.
Aprendizaje sin libros
En cuanto a los conocimientos que adquieren, insisten en que son los mismos que en una escuela tradicional. La diferencia no está en lo que el niño va a aprender, sino en el cómo: “Una de las inquietudes más habituales de los padres es si el niño aprenderá a leer igual que en el colegio, y sí, por supuesto que lo hará cuando su cerebro esté preparado y cuando, de verdad, disfrute de la experiencia de hacerlo”.
A este “cole” tampoco habrá que llevar libros de texto, ni material escolar. No aprenderán a base de rellenar fichas, sino mediante el material manipulativo y vivencial (Montessori), que encontrarán en la escuela. Y también lo aprenderán en inglés, ya que una de las dos profesoras que habrá en el aula se dirigirá a ellos siempre en este idioma.
Una escuela sin premios ni castigos
Según las responsables de la escuela, otra de las diferencias que caracteriza a este tipo de educación es que el orden en la clase no se consigue a base de imposiciones, premios o castigos, sino que el niño va interiorizando la importancia de cumplir unas normas, porque matiza: “por supuesto que hay normas, pero la diferencia estriba en que el niño las cumple porque él mismo se va dando cuenta de que es importante que entre todos cuidemos el espacio, el material… Asi, las reglas se van interiorizando de manera efectiva, con un aprendizaje que no viene con imposición externa, sino desde el interior del niño, para ayudarles a desarrollar su pensamiento ético“.
El aprendizaje y las normas no vienen impuestas ni alentadas por premios o castigos, sino que surgen desde el interior del niño, mediante su pensamiento ético”.
Con el calendario escolar
Esta escuela, que aún no está en funcionamiento, comenzará a andar el próximo curso escolar 2017-2018, y seguirá el mismo calendario escolar que marca la Consejería de Educación, con la diferencia de que no cerrarán durante las fiestas de San Mateo “para no interrumpir el periodo de adaptación de los alumnos”. Con un horario flexible, de 8.30 a 14 h., que también se adaptará a las necesidades y el ciclo madurativo de cada niño.
Los interesados deberán abonar una matrícula de 300 euros. y 10 cuotas mensuales también de 300 euros, que se pagarán de septiembre a junio.
Más información: 626 686 851 / 632 354 901.