Dieta de los astronautas, la de Hollywood, la Atkins, la Gourmet… ¿Te suena alguna de ellas? Con la llegada del verano y las prisas por quitarnos los kilos de más caemos muchas veces en la trampa de las dietas milagro. Es difícil enumerarlas todas, ya que a diario surge alguna nueva, pero todas ellas comparten un nexo común: la promesa de perder peso rápidamente y sin esfuerzo. Pero lo que esconden es otra realidad bien distinta: el puro beneficio económico de quien las promueve.
Según la Sociedad Española para el estudio de la Obesidad (SEEDO), estas dietas se caracterizan por ser muy restrictivas en energía y desequilibradas en determinados nutrientes. Nutricionalmente, es preocupante además porque no reeducan ni mejoran los hábitos alimentarios, sino que con frecuencia los empeoran.
«El tratamiento de la obesidad es un proceso a largo plazo para aprender a mantener el peso alcanzado».
La diferencia de seguir una dieta milagrosa o una dieta hipocalórica equilibrada avalada por un experto en nutrición es muy clara: poner en riesgo la salud.
Debemos recordar que el tratamiento de la obesidad es un proceso a largo plazo, en la que lo importante no es sólo perder peso, sino también la adquisición de buenos hábitos de alimentación que nos permitan mantener el peso alcanzado.
Aspectos Comunes de las dietas mágicas o populares:
- Están prescritas por personas ajenas al campo de la nutrición
- Ofrecen reducciones ponderales con apenas esfuerzo.
- Tienen una descripción muy imprecisa o generalista.
- Prometen pérdidas inmediatas de peso para motivar al paciente.
- Carecen de eficacia comprobada experimentalmente.
- Sus fundamentos dietéticos son fácilmente refutables.
- Tienen una buena “envoltura” comercial y mediática.
- Proponen pautas a corto plazo sin educación nutricional.
Clasificación de las dietas adelgazantes «milagro»:
- Dietas hipocalóricas desequilibradas: por ejemplo Dieta de la Clínica Mayo, Dieta “toma la mitad”, Dieta Gourmet… con estas dietas puedes sufrir el llamado efecto rebote que se traduce en un aumento de masa grasa y pérdida de masa muscular. Suelen ser monótonos, y si se siguen por un largo periodo de tiempo pueden provocar deficiencia en nutrientes.
- Dietas Disociativas: Dieta Disociada, Antidieta, etc. Estos modelos se basan en que los alimentos no contribuyen al aumento de peso por sí mismos, sino al consumirse en determinadas combinaciones. Seguir las dietas disociativas es prácticamente imposible, porque no existen alimentos que solamente contengan proteínas o hidratos de carbono.
- Dietas excluyentes: Pueden ser:
- Muy ricas en hidratos de carbono y sin lípidos y proteínas, como la Dieta Dr. Pittikin y la Dieta Dr. Hass.
- Muy ricas en hidratos de carbono, Dieta de Scardale, Dieta de los Astronautas, Dieta de Hollywood.
- Muy ricas en grasa Dieta Atkins, Dieta de Lutz, conocidas en algunos casos como dietas cetogénicas.
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