En la infancia, los golpes en la boca suelen ser habituales. Corren, juegan, pasan tiempo en los columpios… y, en ocasiones, se hacen daño en los dientes. Ante un traumatismo, la calma y la rapidez de actuación son claves. Por ello, desde los Centros de Especialidades Dentales Gurpegui te brindan unos consejos para que todo quede en un susto.
Información elaborada en colaboración con Clínicas Gurpegui.
Una fractura en un diente, una pieza que se mueve, una intrusión del diente en el hueso e incluso que esté fuera de la boca… Son posibles traumatismos dentales que puede sufrir un niño.
Ante esta situación la calma, conservar el diente en las condiciones ideales si está fuera de la boca y la rapidez en acudir al dentista son las claves para que no haya ninguna complicación. El pronóstico mejora considerablemente cuanto menor es el tiempo que pasa en acudir al especialista desde que se ha producido el golpe.
Para que no haya ninguna duda, te dejamos toda la información para que sepas cómo actuar ante un traumatismo dental.
Consejos para que se cure bien un traumatismo
- Cuando la pieza se ha salido de la boca o se ha roto un diente definitivo, hay que mantener la pieza o el trozo desprendido en líquido: en suero o en leche preferentemente.
- Acudir a la consulta en menos de una hora desde el golpe. Ya hemos dicho que el tiempo es un factor clave: para poder evaluar el caso y hacer el diagnóstico para tomar una decisión, lo ideal es ver al especialista en los 30 minutos posteriores al traumatismo.
- Acudir a las revisiones posteriores para que el dentista controle la evolución del diente, del ligamento y del hueso que lo han sufrido. Generalmente, suelen ser a las 2 y 4 semanas desde el traumatismo; y a los 3 y 6 meses para hacer una revisión radiográfica y clínica.
- Durante los años siguientes también se seguirá revisando; esto permitirá saber cómo ha afectado al germen del diente definitivo si el traumatismo ha sido en un diente de leche; en el caso de ser un diente definitivo, que todavía no esta formado por completo, para poder actuar para que la raíz pueda formarse por completo.
¿A qué señales hay que prestar atención?
Las visitas periódicas son fundamentales, pero hay que prestar atención a ciertas señales para saber si todo va bien.
- Cambio de color en el diente.
- Dolor.
- Sangrado.
- Se mueve la pieza.
- Aparición de una fístula (un granito con pus) en la encía.
¿El traumatismo puede afectar en su vida adulta?
Todo depende de la gravedad del traumatismo y de la etapa de erupción en la que se encontraba el diente dañado.
Quizá no solo haya afectado a un diente, sino también al germen del diente definitivo, lo cual requerirá una mayor atención al tiempo de erupción y al diente que está por salir. De esta forma podemos anticiparnos y prevenir patologías mayores.
Además, un traumatismo mal tratado puede dar lugar a maloclusiones, es decir, a una alteración de la mandíbula o de la posición del resto de dientes que impidan que la boca del niño funcione correctamente; a la pérdida de estética; a la muerte del tejido vital del diente; a la incapacidad de regeneración o, incluso, que se impida la salida del diente definitivo, porque al recibir un golpe en el diente de leche, el ligamento que lo une al hueso se puede llegar a perder si no es tratado.
Por eso, es tan importante acudir al dentista cuando se produce un traumatismo y hacerlo con rapidez. Aquí tienes toda la información para saber qué hacer.