Quienes hayáis cumplido la treintena, seguro que os acordáis de la famosa pasta verde que se vendía en un cubilete y con la que, entre otras cosas, nos pasábamos rato y rato haciendo pedorretas. Estamos hablando del blandiblú, también conocido como slime. Tal fama cogió que, la que os escribe, se lo llegó a comprar a medias con una amiga del pueblo, porque la paga no nos llegaba para comprar uno para cada una.
Bien, pues con esta sencilla receta, podréis hacerla en casa y recordar viejos tiempos con la excusa de hacerla para los peques. ¡Atención! debido a sus ingredientes (cola blanca y borax), no es recomendable dejárselo a niños muy pequeños o, como mucho, que sea utilizado bajo supervisión de un adulto.
Necesitamos
– Bórax o Tetraborato sódico. Lo podéis comprar en las droguerías, se usa para lavar.
– Agua caliente
– Cola blanca
– Colorante alimentario o pintura (opcional, pero más chulo)
Por un lado se mezclan cantidades iguales de agua caliente y cola blanca, (una taza de cada) y se le echa el colorante elegido. Por otro lado, se disuelve una cucharadita de bórax en media taza de agua caliente y se echa sobre la mezcla anterior. Se revuelve bien, primero mejor con cuchara. En unos segundos veremos cambiar la textura y podremos meter las manos en la masa. Podéis experimentar con las cantidades: cuanto menos borax más escurridizo y un poco pringoso y con más borax, más compacto y ya no se pega a las manos.
Si queréis obtener un blandiblú en colores brillantes y llamativos, podéis utilizar cola con brillantina, que se puede comprar en tiendas de manualidades.
Visto en: http://www.enelpaisdelashadas.com
Imagen: www.wevents.es