En este artículo, el centro de psicología y logopedia Syndeo Logroño nos habla del cerebro del niño, un proceso de maduración que no finaliza hasta los 25 años.
(Artículo elaborado en colaboración con Syndeo Logroño)
En este artículo de hoy nos gustaría hablar un poco de la madurez cerebral del niño. ¿Sabías que el cerebro no termina de madurar hasta los 25 años? El motivo es porque es uno de los órganos más importantes con los que contamos y por ello hay que cuidarlo, trabajarlo y respetarlo.
El cerebro se ha estudiado y se sigue estudiando mucho y se han hecho importantísimos avances. Hoy queremos hablar sobre él de una forma muy sencilla de cómo funciona el cerebro del niño y de la importancia de los cuidadores.
El doctor Daniel J. Siegel, médico y profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la UCLA es autor del muy recomendado libro ¨El cerebro del niño, 12 estrategias revolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de tu hijo¨. Este autor ofrece una explicación del funcionamiento muy clara en la palma de la mano que pensamos que puede ser de gran ayuda para entender mejor a nuestros hijos e hijas y que en Syndeo nos gusta utilizar en nuestras sesiones.
En la palma de la mano estaría el tronco del encéfalo. Esta zona es la más antigua, también conocida como cerebro reptiliano. Es la parte que primero se forma y tiene las funciones más biológicas, como la regulación de la digestión, la respiración, latido del corazón, es decir las cosas que hacemos todos los días de manera automática.
Además, otra función importante que también se activa de forma automática son nuestras respuestas de supervivencia. Esto se refiere a cómo respondemos en los momentos en los que nos encontramos ¨amenazados¨ y necesitamos dar una respuesta lo más rápida y automática posible. estas tres respuestas son las que todos hemos visto alguna vez en los documentales, pelear, huir o congelarnos. Además, de esto, tenemos la segunda parte del cerebro que es la parte, que sería en esta representación del cerebro en la mano, el pulgar haciendo el número cuatro. Esta representa el sistema límbico que se encuentra muy unido y vinculado a la parte descrita anteriormente.
Estas dos partes en conjunto tienen entre otras muchas, ocuparse de regular nuestras emociones, tanto las nuestras como de nuestros hijos. Finalmente, la última parte que añadiremos a esta representación son los otros cuatro dedos envolviendo al pulgar. Esto simboliza la corteza cerebral. Es la parte más avanzada del cerebro, la cual ya cumple funciones que nos hacen seres humanos, como el pensamiento, el razonamiento, nuestro juicio etc. La parte de la corteza cerebral que nos interesa a nosotros resaltar es la corteza prefrontal que está estrechamente vinculada a las dos partes anteriores, el sistema límbico y al encéfalo. Con esta conexión lo que se logra es una regulación emocional, y un balance emocional entre otras muchas.
En esta última parte del cerebro los niños no la tienen del todo desarrollada lo que hace que dicha regulación emocional sea un poco más compleja para ellos y necesitan de la ayuda exterior para poder gestionarla. Y es aquí donde madres, padres y el entorno adulto en general juega un papel fundamental y retante a la vez. Significa que nosotros tenemos que ser capaces de mantener a nuestro cerebro.
En relación a terapia, los niños son la punta del iceberg de los retos que hay dentro de la familia. Muchas veces el trabajo personal como padres acaba siendo el primer paso ya que todos tenemos una mochila educativa y emocional que llevamos a nuestras espaldas. Hemos de tener siempre presente que nosotros somos su modelo a seguir y los niños somos nosotros a pequeña escala.
Por nombrar algunos de los beneficios de la Terapia Infantil para el niño o la niña son los siguientes:
- Disminuir los conflictos en casa y escuela.
- Conseguir el bienestar en todos los círculos del pequeño o pequeña.
- Potenciar el desarrollo emocional y personal.
- Adquirir estrategias para solucionar sus problemas.
Así mismo, cabe destacar aquellos beneficios que acudir a Terapia Infantil tiene para la familia:
- Entender mejor el funcionamiento de tu hijo o hija.
- Adquirir pautas educativas para un mejor gobierno familiar.
- Recuperar la tranquilidad en casa.
- Mejorar las relaciones dentro del núcleo familiar
