En la infancia, romperse un diente o que se le mueva después de un golpe suele ser de lo más frecuente. Por ello, desde las clínicas Gurpegui te explican cómo actuar con calma y rapidez ante un traumatismo dental.
Información elaborada en colaboración con Clínicas Gurpegui:
Tu hija está jugando en el parque, se da un golpe y… se ha fracturado un diente, ha quedado fuera de la boca o ha comenzado a moverse. Es lo que se llama traumatismo dental y es frecuente en los niños. De hecho, niños y niñas de entre 7 y 10 años están más expuestos a sufrir una avulsión (que el diente salga de la boca) debido a la elasticidad del hueso a esa edad.
También hay que tener en cuenta que la dentición en esas edades es mixta, es decir, tiene dientes temporales o de leche y dientes definitivos, que no van a ser sustituidos en un futuro.
Ante esta situación, lo principal es conservar la calma y evaluarle: asegurar la vía aérea y descartar alteraciones neurológicas. Si hay alguna sospecha, se debe acudir al hospital.
El siguiente paso será comprobar en qué estado se encuentra el diente. Si se ha roto, es que ha habido una fractura. Si está fuera de la boca, hablamos de avulsión. Y si tiene movilidad o ha cambiado de posición, es que se trata de una luxación.
Actuación inmediata
En todos los casos, hay que acudir rápidamente al especialista. El pronóstico de los dientes avulsionados está directamente relacionado con el tiempo que el diente esté fuera de su posición. Será muy bueno si es menor de media hora; bueno si es menos de una hora, y malo si supera la hora.
La capacidad de regeneración de los tejidos dañados y revascularización del diente y tejidos que lo soportan disminuye cuanto mayor es el tiempo que pasa desde el golpe.
En el caso de tener que reimplantar el diente tras una avulsión, cuanto más tiempo pase menos viabilidad tienen las células del ligamento periodontal de regenerarse. Este ligamento es el encargado de anclar el diente al hueso.
Un traumatismo mal tratado puede dar lugar a maloclusiones, es decir, a una alteración en la posición de los dientes que impidan que la boca del niño funcione como debe; a la incapacidad de regeneración; a que el diente definitivo no pueda salir e, incluso, puede presentarse un cambio de color por afectación del nervio, lo que influye en la salud y en la estética del diente.
Es importante acudir al dentista rápidamente para que evalúe la situación y dé el tratamiento adecuado. Si el diente no tiene movilidad o no se ha fracturado o avulsionado, es importante acudir al dentista para controlar las estructuras de soporte del diente y las posibles consecuencias o complicaciones que pueda haber generado el traumatismo en ellas.
Para que no haya ninguna duda y sepas qué hacer en caso de un traumatismo dental, en los Centros de Especialidades Dentales Gurpegui hemos elaborado esta información para saber cómo actuar.
