Maltrato físico, psicológico, abandono, agresiones, violencia de género, violencia escolar… Casi la mitad de los casos atendidos por el Teléfono del Menor durante el año pasado estuvieron motivados por algún tipo de violencia. En este sentido, el maltrato físico y psicológico es el más frecuente (supone uno de cada tres casos). Es muy complicado de visualizar y, en muchos casos, este tipo de conductas se da en el propio entorno familiar, produciendo un gran sufrimiento a los menores.
Son algunos de los datos que han ofrecido la directora general de Servicios Sociales, Celia Sanz, y la directora del Teléfono ANAR, Diana Díaz, durante la presentación del balance de la actividad del Teléfono de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgos. Se trata de un servicio gratuito, confidencial y que funciona 24 horas al día al que pueden llamar tanto menores como adultos que necesiten información u orientación sobre el caso concreto de un menor.
[quote color=»#000000″ arrow=»yes» align=»right»]900 20 20 10 un servicio gratuito, confidencial y que funciona 24 horas al día al que pueden llamar tanto menores como adultos que necesiten información u orientación sobre el caso concreto de un menor.[/quote]
Entre las principales conclusiones figura un incremento del 29,89% en el número de llamadas atendidas por El Teléfono del Menor, con un total de 17.954. De ellas, gestionó 109 llamadas de orientación especial, de las cuales 77 fueron de mayor urgencia, gravedad y complejidad.
Teléfono ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes: 900 20 20 10. También existe un número armonizado de ayuda a la infancia en la Unión Europea 116111, así como del teléfono de Adulto y la Familia 600 505 152.
Estos datos muestran, según ha explicado Sanz “la importancia de este servicio para ofrecer a los menores un apoyo y ayuda personal para resolver, bien a través de sí mismos, bien a través de adultos de su entorno o profesionales, aquellas situaciones de riesgo en las que se ven inmersos”.
En la mayoría de las llamadas recibidas, los orientadores telefónicos tienen que realizar una labor de contención emocional, informan sobre el servicio, sobre algún recurso o tema en particular o son aproximaciones al teléfono. “Sin embargo, hay llamadas que requieren de orientación especial”, ha señalado Sanz, quien ha concretado que en 2017 se produjeron 109 llamadas que “precisaban una valoración psicológica y podían necesitar posibles intervenciones y/o derivaciones a los departamentos social o jurídico. La mayoría de estas llamadas se debe derivar a un recurso externo”. De estas 109 llamadas, se detectaron 77 casos cuya urgencia, gravedad y complejidad requirieron una orientación compleja o una derivación a los recursos sociales de infancia y/o una intervención con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En este sentido, la directora general de Servicios Sociales ha destacado “la alta profesionalidad del equipo que atiende este servicio y que está formado principalmente por psicólogos, trabajadores sociales y abogados todos ellos con conocimientos acreditados en materia de familia e infancia”.
La violencia, principal motivo de consulta
Casi la mitad de los casos atendidos durante 2017 estuvieron motivados por algún tipo de violencia (maltrato físico, psicológico, abandono, agresiones, violencia de género, violencia escolar) contra los niños, niñas, la violencia en cualquier de sus formas se constituye como el principal motivo de consulta en un 40,1% de los casos recibidos por la línea de niño y del adolescente, y un 45,2% de las atendidas por la línea de adulto y la familia.
Además, dentro de los diferentes tipos de violencia que sufren los menores las situaciones de maltrato (físico y/o psicológico), son cada vez más frecuentes, los menores de edad han consultado por este motivo en un 22,8% de los casos y en el caso de los adultos se detecta esta consulta en el 30,9% de los casos.
Por su parte, la directora del Teléfono ANAR, Diana Díaz, ha afirmado que “la violencia hacia los niños, niñas y adolescentes es un hecho cotidiano y real, como escuchamos diariamente desde los relatos de los niños/as y adolescentes víctimas que nos llaman, por eso decimos que un niño escuchado es un niño salvado”.
Los adolescentes, los que más piden ayuda
Por la línea del niño/a y del adolescente, el principal grupo de edad que ha accedido a este servicio han sido adolescentes de entre 16 y 17 años, que representan el 37,1% de los casos, seguido de aquellos de entre 14 y 15 años, en un 28,7%. Los menores de entre 10 y 11 años y de 12 a 13 años representan el 34,2% de los casos recibidos durante el año 2017 en La Rioja.
A este respecto, Celia Sanz ha explicado que “la adolescencia es, en muchos casos, una edad en la que es relativamente habitual que existan problemas de comunicación intergeneracional y, por tanto, muchos jóvenes sienten que no tienen en su entorno a quién acudir, con quien compartir sus problemas personales o a quién pedir ayuda en casos más graves, y este teléfono les ofrece un espacio seguro en el que poder expresarse”.
En lo que se refiere a la línea de adulto y familia, la edad infantil, de 0 a 7 años, representa el 26,2% de los casos atendidos, siendo el principal grupo de edad por el que nos han llamado los adultos. De esta forma, se ayuda a los niños más pequeños, en situaciones de especial vulnerabilidad, a través de las llamadas de los adultos.