Ha llegado el momento de redactar la carta a los Reyes Magos. Pero, antes de lanzarnos a encargar los juguetes que han pedido, es necesario hacer ciertas reflexiones: ¿cuáles, cuántos, cuándo…?
Para ello, volvemos a contar con la colaboración de Martina Pérez Oliván, pedagoga y coordinadora del Área de Crianza de la Universidad Popular de Logroño.
El Balcón de Mateo (E.B.M.): Evidentemente, no vamos a comprar la inmensa lista de juguetes que pueden llegar a pedir, pero ¿qué pasa si no estamos de acuerdo con lo que piden? ¿hasta qué punto debemos escoger por ellos?
Martina Pérez Oliván (M.P.O.): A la hora de comprar, los padres debemos tener en cuenta al tipo de niño que tenemos. Si es más o menos activo, curioso, creativo, sociable, sensible… Merece la pena invertir un poquito de tiempo para elegir bien y orientar a nuestros hijos e hijas para que encuentre el juguete que le complemente. Y, para ello, es importante mostrarles que no deben dejarse llevar por la publicidad.
EBM: ¿Pero un juguete no es básicamente un objeto para divertirse y ya está? ¿Por qué complicarse tanto?
M.P.O.: En absoluto. Para el niño, jugar es un derecho fundamental, una necesidad básica, casi más importante que comer o dormir. Con el juego, desarrolla destrezas necesarias para su desarrollo físico, social, intelectual y emocional. Jugando aprende a conocerse a sí mismo, con sus límites y habilidades; aprende a relacionarse, a entenderse, a aceptar las reglas, la frustración, el ganar y el perder…
La función del juguete es la de complementar los juegos, un elemento motivador y un instrumento para el niño, nunca al revés. El juguete deberá permitirle desarrollar destrezas, adquirir y practicar diferentes roles; fantasías…
EBM: ¿También se aceptan fantasías bélicas o, como decía Gloria Fuertes, «las pistolas ni de agua»?
M.P.O.: Depende de cómo sueñes que sean tus hijos dentro de 10 ó 15 años. Seguro que ningún padre o madre sueña con hijos sexistas, violentos, consumistas… Según sean los juguetes y juegos que escojamos, así se irá formando la persona con quien nos encontraremos dentro de 15 años. Por tanto, rechacemos los juguetes que fomenten estas actitudes.
[quote color=»#000000″ arrow=»yes» align=»center»] Si no queremos hijos sexistas, violentos o consumistas, debemos rechazar juguetes que fomenten estas actitudes.[/quote]
EBM: ¿Es cierto aquello de que los niños tienen demasiadas cosas y no juegan con nada?
M.P.O.: Pues sí y no. Me explico. Tendemos cierta tendencia a convertirles en coleccionistas. ¿Que a una niña le gustan los tractores? Pues venga 15 tractores. ¿Que le gusta pintar? Pues venga 10 cajas de rotuladores. Para evitar que esto ocurra, es decir, que acumule demasiado de lo mismo y que, por ejemplo, no tenga ni un disfraz, el espacio debe estar bien distribuido. Además, si los niños ven su habitación y su entorno clasificado y ordenado, poco a poco irán ordenando también su pensamiento.
EBM: ¿Y cómo sería la organización ideal de sus juguetes?
M.P.O. Me gusta que lo preguntes porque sobre esto apenas se habla, pero es importante. Si queremos que el niño o la niña vaya siendo autónomo y desarrolle la toma de decisiones, tendremos que ir preparando la habitación a su altura, y elegir un mobiliario accesible, que esté compuesto por cajones o cajas de diferentes tamaños que servirán para clasificar los juguetes por temáticas. Nada de baúles «guardatodo».
Cada cual puede hacer su propia división e ir adaptándola según edad y gustos, pero habría que buscar un espacio diferenciado para cuentos; pelotas; muñecos y peluches; vehículos; puzles y encajables; juegos de mesa e ingenio; disfraces, títeres y marionetas; oficios y juego simbólico (dividir por temáticas); aventuras e investigación (lupas, microscopios, linterna…); instrumentos musicales; manualidades…
[quote color=»#000000″ arrow=»yes» align=»center»]Los juguetes deben clasificarse por temáticas para que el niño o la niña pueda elegir fácilmente y nosotros ver qué les sobra y qué les falta.[/quote]
Esto nos ayudará a que sepa dónde tiene cada cosa y pueda elegir a qué y cómo quiere jugar; también sabrá dónde recoger y guardar y como decíamos al principio, sabremos en qué cajón sobran juguetes y no necesitamos comprar más y en cuál nos faltan.
E.B.M. ¿Cuál sería la clave para acertar con el juguete perfecto?
M.P.O.: Quizás antes de pensar en acertar con el juguete perfecto, habría que asegurarse de que en la vida de nuestros hijos e hijas haya tiempo para jugar, porque igual ese es el mejor regalo que le puedes hacer. Piensa quién va a jugar, su edad, su nivel evolutivo, sus gustos, sus necesidades, si va a jugar sola, con otros menores o con adultos.
Buscaremos que el protagonista sea el niño, no el juguete; que sea educativo, porque queremos potenciar sus capacidadad y valores; que sea fácil y acorde a sus habilidades; que no sea frágil o difícil, porque acabará guardado en el armario; por supuesto que sea seguro, higiénico, que se pueda recoger y guardar fácilmente…
Todo ello, resumido en un decálogo de 10 puntos para acertar con los regalos perfectos:
- Para el niño y la niña, jugar es imprescindible. Incluso más que comer o dormir.
- El juego construye a la persona. ¿Quién quieres que elija el modelo de persona que será en la edad adulta (valores, actitudes…), la publicidad o tú?
- Si eliges un juguete bélico, sexista o excluyente, párate a pensar en la persona que se está construyendo y en el mundo que quieres para ella.
- Juego no es lo mismo que juguete. El juguete siempre debe complementar al juego nunca sustituirlo.
- El juguete tiene que permitir desarrollar destrezas, fantasía e inteligencia; no darlo todo hecho.
- El juguete no llena; es el juego lo que hace feliz al niño. No es un tópico que a veces con lo que más juegan es con la caja.
- No conviertas al niño en un coleccionista, con estanterías llenas. Casi siempre, más juguetes significa menos juego.
- Clasifica los juguetes que ya tiene por cajas y ordena para ver si le falta o ya tiene de sobra. Por ejemplo: pelotas, muñecas, marionetas, disfraces, coches, puzles, animales, construcciones, manualidades, cuentos, instrumentos musicales, juego simbólico, etcétera.
- Un juguete es más rico cuando permite jugar con él a muchas cosas diferentes.
- Y lo más importante: disfruta de buenos ratos jugando con tus hijos a cosas que también a ti te gusten.
Nuestro agradecimiento a Martina Pérez, pedagoga y coordinadora del Área de Crianza de la Universidad Popular de Logroño.
